jueves, 25 de abril de 2013

Nuevas revelaciones en torno al precio de los medicamentos en el Perú

La salud pública se mantiene en la cresta de la ola. De manera reciente se han estado publicando informes de prensa que han dado cuenta de los altos y excesivos precios de los medicamentos en el Perú; sea en centros médicos públicos o privados, la realidad parece ser la misma.
En un informe del diario Gestión se aprecia esto. En él se comparan los precios de los medicamentos con el espejo de siempre: Chile. Así, en el sector privado, el precio unitario medio de un medicamento genérico es de 1 dólar; aquí se paga 2 dólares. En el sector público no hay mucha variación: los genéricos cuestan 50 centavos de dólar. Esto se extiende a los medicamentos de marca. Chile tiene el precio promedio de 5 dólares y Perú tiene la media de 8 dólares.
Esta situación ha generado malestar en los usuarios, y con razón. Ya en pasadas ediciones se vieron los altos precios a pagar por medicamentos de enfermedades de difícil tratamiento (un inyectable para una enfermedad renal, Paricalcitol, tenía el precio de S/. 11.5 y en farmacia tenía el costo de S/. 82. 41. Mayor información: http://m.gestion.pe/movil/noticia/2058827). Ante esto, diferentes autoridades públicas han tocado el asunto con fines de solución. Las mesas de trabajo realizadas en el Congreso de la República son unas de las más emblemáticas pruebas. En este aspecto, hace poco un congresista de la Comisión de Salud, Héctor Becerril, presentó un proyecto de ley que “declara de interés nacional la creación de un organismo regulador de los precios y del mercado de medicamentos en el Perú”. Entes reguladores del precio de medicamentos existen en países como El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Venezuela, etc.
El miembro de Fuerza Popular, previendo reacciones, expresó que su intención era “regular mas no controlar” y que, al igual que en energía eléctrica y agua potable, el Estado bien debería plantearse el mismo propósito. Todavía no tenemos noticia de la aprobación de este proyecto, pues recién en esta semana la Comisión sesionará.
Por otro lado, quien también se ha mostrado preocupado y ha propuesto cautelosas medidas es el jefe de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid), Pedro Yarasca. Comentarista de las comparaciones de precios binacionales, el jefe del Digemid opina que este año impulsará una “fuerte y decidida” campaña para la promoción de medicamentos genéricos. “Estos son tan efectivos como los de marca”, sostuvo a Gestión. Asimismo, indicó que otra forma de contrarrestar el problema es transparentar la información de precios, tanto de los establecimientos de salud públicos como privados. De esto se desprende: los precios se mantendrían, solo que esta vez sí estaremos informados de las ofertas. Punto para los genéricos.
¿Proyecto inconstitucional?
El proyecto de la ley de Becerril no sería viable y esto parece saber el jefe del Digemid por su forma de abarcar el problema. La razón la encontramos desde el medio jurídico. Consultado por el proyecto de ley, el abogado Ivo Gagliufi del estudio Lazo, De Romaña y Gagliufi, concluyó que de esta manera se atenta contra la Constitución pues existe un Decreto Legislativo –el 757- que “garantiza la iniciativa y la inversiones privadas en todos los sectores de la actividad económica”. Menciono además- y esta es respuesta frecuente- que hay que tomar con cuidado el entuerto, pues el producto que entra al país pasa por años de investigación, trámites y situaciones arancelarias que, naturalmente, tienen sus costos. Por su parte, José Enrique Silva, presidente de la Asociación de Industrias Farmacéuticas (Adifan), rebate: “Pese a que en Chile los controles para ingresar medicamentos a su mercado son más rígidos, los precios de estos siguen más bajos que en Perú”. ¿De qué hablamos entonces? ¿Honorarios médicos, exámenes y laboratorio, entre otros servicios de salud, explicarán esto? En otro aspecto, el decano de la facultad de economía de la UPC, Carlos Adrianzén, fustiga la iniciativa legislativa de Becerril. Vista como claramente estatista, la iniciativa recuerda los peores momentos del estatismo de los setenta, a su entender. No obstante, reconoce que hay desarreglos en el tema de los medicamentos y dirige sus críticas al INDECOPI por no dar pruebas del contexto que se vive en ese sector de salud: ¿existe negociación de precios entre las farmacéuticas y centros de salud? ¿Son transparentes los precios? No hay respuestas seguras en esto: tal es la prueba de la decadencia del INDECOPI, aseguró Adrianzén.
Por lo pronto, y ante la aparente imposibilidad de poner en entredicho el DL 757, una de las soluciones, venida desde los mismos gremios farmacéuticos, apunta a la autorregulación. Esta más popular que las anteriores. El escenario no parece tan claro. Resultará de gran valía, por ello, observar con atención las Mesas de Trabajo del Congreso: lugares donde se debaten las medidas a adoptar para revertir el contexto actual de la salud peruana.
 Vía: El Comercio, Gestión

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