El Fondo de Estabilización Fiscal
(FEF) en nuestro país es de la suma de US$7,169.1 millones después de todo
el 2012, según indicó el Ministerio de Economía; durante ese año logró ingresos
por intereses de US$ 5,9 millones.
El propósito del FEF, que ya lleva más de 12 años
instituido en el Perú, es equilibrar la balanza fiscal, con miras a largo plazo.
Por ejemplo, y como ahora, en tiempos económicamente favorables, el FEF recaba
dinero del superávit fiscal para que temporadas de vacas flacas se inyecte a la
economía deprimida. El ahorro acumulado proveerá ayuda para la estabilidad
económica.
Los fondos del FEF son intangibles y son depositados
en el BCR. Solamente serán utilizados en caso los ingresos se retraigan para
programas sociales de alivio de la pobreza y en situaciones extremas como
emergencias nacionales o crisis internacionales que amenacen de gravedad la
economía peruana. Asimismo, cuando los recursos recaudados superen el 4.0% del
PBI serán utilizados para pagar la deuda pública, de acuerdo a ley.
Juan José Marthans, profesor del PAD-Escuela de
Dirección de la Universidad de Piura, tiene señalamientos ante las definiciones
y tareas del FEF. Con un ahorro administrado que hoy por hoy representa el 3.6%
del PBI, el cual nunca antes fue visto, Marthans se pregunta por qué es que
este no se aprovecha debidamente. El economista formula una lista de razones
por las que sí debería emplearse de una manera más idónea y no tan solo como un
pasivo económico. La prudencia del FEF no calza bien tal como está diseñada.
Por un lado, la rentabilidad obtenida el año 2012
representó únicamente el 0.11% con respecto al saldo del año 2011. Si a esto se
añade la depreciación del dólar que ha acompañado a la economía en los últimos
años, el rendimiento ha sido muy inferior. Urge una mejora en eso. En ese
aspecto, mirando la experiencia del tipo de AFP con Fondo 1, la idea del cambio
de recursos a uno que sea por dólares es llamativa. Indudablemente, es un tema
para que los economistas y autoridades debatan.
Por otro lado, está el pago de deuda pública cuando
el FEF alcance el 4.0% del PBI. Marthans sostiene que “hoy (el pago) es intrascendente
por su manto y plazo”. La mirada de una infraestructura en pañales ante los
desastres naturales y otros asuntos motiva esta reflexión. Así, la construcción
de hospitales, redes de carreteras, puentes y viviendas, así como obras de
prevención de desastres, ya que uno de los usos del FEF apunta a este, sería
mucho más razonable. La deuda, que hasta el año pasado representaba el 19.8%
del PBI, bien puede obviarse antes sectores que demandan con mayor ahínco la
entrada de capitales. Marthans, sin embargo, y sabedor del conservadurismo
administrador del BCR, opina que el FEF podría colaborar con aportes
representativos. Las asociaciones público-privadas (APP) son otra opción.
El rendimiento presentado y las condiciones actuales
en materia de prevención de desastres, los puntos que dieron origen al FEF, representan
un punto a trabajar del gobierno. La opinión de Marthans merece ser tomada en
cuenta; así como la revisión de la Ley 27245. Un remezón, y no precisamente el
de estas palabras, no esperará a cogernos confesados.
Fuente: sección Economía de El Comercio, La
República, Perú 21, Gestión
27’04’13
No hay comentarios:
Publicar un comentario