Estadísticas del INEI
relacionadas a la situación de la pobreza en la población ofrecen una mirada
preocupante en el interior del país. Se revela que 53% de la población rural es
pobre, no siendo así aquella que vive en la capital. En las ciudades del
interior la cifra llega al 16,6%. Algunos economistas proponen que se
profundicen los programas sociales. Hay quienes ven en esta problemática otra
salida; a la vez que muestran otros escenarios.
Richard Webb, investigador peruano y dos veces presidente del Banco
Central de Reserva (BCR), probablemente sea uno de los economistas más lúcidos
e interesado por temas de desarrollo social de la palestra pública. Viajero
impenitente, Webb ha dedicado parte de su vida a recorrer los inextricables caminos
del Perú con el aventurero fin de encontrar soluciones a los problemas de las
poblaciones que viven en el recóndito interior.
Fruto de toda esta vasta
experiencia es su último trabajo investigador: “Conexión y despegue rural”, en
donde revela sorprendentes datos que motivarían el debate académico y político
y la elaboración de propuestas económicas innovadoras que vayan más allá de la
industria extractiva y actividades afines. La evidencia mostrada por Webb da
cuenta de ello.
Uno de los criterios más usados
para medir el despegue económico en provincias consiste en la contabilidad o
existencia de los modernos Mall’s. La construcción de este edificio comercial
ofrece una mirada de cómo va la economía en un determinado espacio. Sin
embargo, la introducción de criterios de evaluación como posesión de artefactos
electrónicos, más ligados a realidades urbanas, dificulta la medición
socioeconómica en un sector como el rural, como bien sostiene Rolando Arellano,
especialista en estudios de mercado, y quien ha visto con grata sorpresa la
aparición del trabajo de Webb.
Son otras las mediciones que
Richard Webb utilizó durante más de tres años como que hayan más servicios de
electricidad, salud, educación en los pueblitos asentados en las zonas bajas o
medias de los cerros. Canales de comunicación como los caminos y telefonía
móvil han acicateado más el llamado “emprendedurismo rural”. Es de subrayar la subida
inversión en infraestructura: la construcción de carreteras rurales, las
cuales, venciendo la agreste geografía andina, han permitido conectar a los
mercados en el interior. Las carreteras han seguido el ritmo siguiente: de 1950
a 1994 se construyeron 1000 km de camino; y de 1995 hasta el 2011, 3.200. Además,
Webb prevé que este crecimiento siga su rumbo pues augura una segunda ola de
redes de conectividad. Esta explosión de carreteras ha trascendido en el avance
de la tecnología de usos agrícolas como también en la rentabilidad de los
precios de la tierra. El campo laboral se ha visto influenciado, dando como
consecuencia el aumento del ingreso de los productores agrícolas y sus
trabajadores. Las redes de conectividad han permitido, según Webb, la pujanza
del sector rural. De ahí el título de su trabajo.
En una entrevista brindada a El
Comercio, Webb toca el tema de la coyuntura económica. La luz de su trabajo no
lo inspiró a dar palabra alguna sobre el debatido modelo primario exportador. En
cambio, se inclinó por indicar que se debían realizar reformas en el plano
laboral y de la formalización para seguir contribuyendo con el crecimiento
económico. El académico, cabe recordar, criticó duramente el esquema actual de
las AFP, caracterizado por ser excluyente y alejado de la realidad. En ese
sentido, Webb exigió que sean más
realistas con la situación del trabajador peruano.
Richard Webb, saludó los
programas sociales, reconociendo la importancia de “Pensión 65” como ayuda
invaluable para población en extrema necesidad. No obstante, recalcó en el
aserto de que el Estado más que dar pescado debe enseñar a pescar; esto es,
empoderar a la gente. En el espíritu emprendedurista, que hayan más caminos,
mejores servicios de salud y de educación significa una invitación al esfuerzo
y permanecer en la línea del progreso.
En la línea del éxito y “psicología
emprendedora”, como él la llama, Webber contó una anécdota de sus viajes por el
interior. En un mercado de Chumbivilcas, Cusco, descubrió que, entre los
productos agrícolas que se vendían, tres libros destacaban por su contenido.
Uno era “El éxito es una decisión” de David Fischamnn, gúru empresarial, y
otros como “La Vaca” y “La vaca para jóvenes”. Los dos últimos encontrados por
él mismo en medio del tráfico de una concurrida avenida san isidrina y que
fueron inmediatamente comprados. Cada uno de estos daba estrategias de éxito
empresarial.
Al final de la entrevista, Webb
recomienda aprovechar al máximo el buen momento que vivimos económicamente. Una
cosa lo diferencia de una larga vastedad de economistas: mientras muchos creen
en que solo los recursos naturales lograrán el alza del Perú, él echa sus
cartas a la gente, apostando por el deseo de salir adelante de las mayorías.
Estas son sus palabras finales: “Hay 9 millones de peruanos que son
económicamente pobres, pero no creo que sean pobres en otros sentidos. Los
alentaría a mantener la esperanza de que van a salir de su pobreza monetaria.
Es posible y ahora más que nunca”.
Fuente: The Economist, El
Comercio
10-05-13
Aveces se confunde la pobreza del alma con la pobreza de bienes. Es cierto que el Perú no cuenta con un Estado tan eficiente al punto de jactarnos de ello, es cierto que tiene olvidado a muchísima gente que necesita de su protección, pero, entre otras cosas, también es muy cierto que en el Perú hay mucha gente que tiene ganas de revertir ello. Creo que ninguna reforma bastará si que este tipo de peruano no lo acompaña en su andar, en un camino que nos dirige hacia un Perú distinto.
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