domingo, 19 de mayo de 2013

Territorio en guerra: bajas, mentiras y estrategias oficiales en el VRAEM

Este gobierno sigue yendo a la deriva. Sumamente confundido y perezoso en cuanto a lo que signifique cambios drásticos en su proceder. Son varios los rubros en los que debe alcanzarse una reforma, un recambio, una transformación, pero vaya que no lo consigue. El piloto automático admitido por la administración Humala prorroga los errores, los patenta, casi como que los institucionaliza.


A ellos no les importa mucho lo que sufren los escolares en la caótica zona del VRAEM, donde las FF.AA. han apostado sus cuarteles en los precarios centros de educación. Balas perdidas, fruto de emboscadas terroristas, en cualquier momento podrían fulminar una inocente vida humana. La denuncia fue presentada hace un año, pero hoy la situación es el mismo.

En realidad, el Ejecutivo poco interés muestra por desarrollar una juiciosa campaña contra la problemática del VRAEM. Incluso, Jaime Antezana, el tantas veces citado experto en temas de narcotráfico y terrorismo, ha dicho que la lucha no va tanto por erradicar el terrorismo, sino que el problema principal incide en el narcotráfico. Esto le ha valido críticas desde las altas esferas calificándolo meramente de “opinólogo”, un apelativo que mejor le calzaría a ciertos opinantes de los grandes medios que sí gozan de efectiva resonancia en la cosa pública. El Perú, volviendo al tema anterior, es considerado el principal productor de pasta básica de cocaína en el mundo.

El último incidente ocurrido en el VRAEM, donde fuerzas del ejército balearon a una camioneta creyendo que en su interior habían terroristas, es un gran ejemplo de lo dicho con anterioridad. El día 6 del presente mes, rebotó con fuerza en los noticiarios la nueva de que una patrulla mixta acribilló un vehículo de transporte público cuando este se dirigía por la carretera que une Kepashiato con Quillabamba, capital de la provincia de La  Convención, en Cusco. El almirante José Cueto Aservi, jefe del Comando Conjunto, y Pedro Cateriano, ministro de  Defensa, indicaron que la intervención respondía a una estrategia diseñada con anticipación para atacar a una columna de 12 terroristas. El desencadenante fue, según la fuente oficial, el avistamiento de un terrorista en el techo del carro que disparó a la patrulla. Los tripulantes, sin embargo, resultaron civiles. 14 de ellos, entre los cuales se encontraban 2 niños, fueron gravemente dañados por las balas y esquirlas. Rómulo Almirón, chofer de la camioneta y que vino a Lima para exigir justicia, contradijo la tesis del oficialismo. Dijo que él mismo subió al techo para acomodar los bultos y que no tenía información de ninguna restricción expedida por el Ministerio de Defensa a que pasen los carros por esa zona de 10 pm. a 5 am. Restringir no es prohibir, pero ay de quien ose a faltar a la norma en el VRAEM. Almirón fue al Congreso para pedir indemnizaciones para los heridos y recuperar su auto, el cual es motivo de análisis para comprobar que es un bólido perteneciente al narcotráfico. En cuanto a las indemnizaciones, Cueto Aservi en un primer momento estuvo reticente. Incluso dijo “que no fueron ellos quienes provocaron el incidente”. En contraparte, el Defensor del Pueblo, Eduardo Vega Luna, se mostró en favor de que los heridos reciban compensación alguna por este traspié.

Jaime Antezana, por otro lado, ha desmantelado la argumentación oficial. En una entrevista concedida a El Comercio, el especialista indicó que no hay lugar para calificar la operación como antiterrorista. En primer lugar, porque los terroristas se mueven en grupos de veinte y por tierra. Además, el arma ecuatoriana encontrada, utilizada como prueba de que un terrorista era parte de la tripulación, fue retrucada por Antezana pues los narcoterroristas utilizan fusiles AKM y Galil desde el 2011. El arma ecuatoriana puede pertenecer probablemente a un “mochilero” de la ruta de la droga.

¿Qué se tiene a fin de cuentas? Como sostiene Antezana, el objetivo de la patrulla era intervenir la camioneta pues tenían conocimiento de que por esa ruta se trasladaría un importante cargamento de droga. Así, la lógica de enfrentamiento estaba más relacionada a la de una operación antidrogas que a la de un combate. Se deduce entonces que las FF.AA. están privadas de participar de estas acciones.

Sin embargo, la “inusitada” decisión de las FF.AA. al parecer distan mucho de cubrir una actividad que está restringida a la PNP. Indica Antezana tres “razones subalternas”: la primera consistiría en decomisar el cargamento de droga y presentarlo como un duro golpe al narcotráfico, a pesar de estar impedidos de participar en esos menesteres. La segunda, decomisar parte de la droga y dejar pasar el resto; con la posterior reventa de droga. Tercero, cobro de cupos proporcionales a la carga de droga. Hay antecedentes de los dos últimos. Sería una hazaña saber del primero. El Ejecutivo no ha mencionado los móviles de la operación, eso alienta las sospechas de Antezana.

Vemos aquí un panorama complicado. Rebeca Diz, de Hildebrandt en sus trece, nos ha recordado que desde hace 8 meses no se dan los resultados de la investigación que revelen a los autores del asesinato de la niña  Sorayda Casos Asparín. Es para recordar aquel operativo del VRAEM en la que triunfantemente la primera dama y la ministra de la mujer se presentaron con los hermanos de Soraida ante la prensa, en una mórbida muestra de victoria contra el terrorismo. Los pequeños eran presuntos pioneritos y los padres de ella infames terroristas de la zona. Conviene decir que nada de esto era cierto, que los niños ni los padres tenían que ver con el terrorismo y que para rematar la niña fue ultimada con una bala de las propias fuerzas armadas. Para borrar cualquier sospecha que embarre el supuesto “golpe al terrorismo” el cuerpo fue arrojado a un barranco. 8 meses después las investigaciones parecen estar archivadas. No hay celeridad por descubrir a los culpables, nada se ha dicho de este maldito acontecimiento.

El día de hoy, La República publicó un informe sobre la muerte de dos miembros de la policía en Cielo Punko, sitio que está en el medio de Kepashiato y Kimbiri, ocurrida el 13 de octubre del año pasado. En una operación de inteligencia, 5 policías se dirigían a Kepashiato para rastrear una “movida” del narcotráfico. El operativo era encubierto y solo tenían conocimiento de él los superiores, además los policías estaban vestidos de civil. Una hora antes de llegar a su destino, la camioneta fue abordada por 15 sujetos armados. El resto es historia.

Partes policiales informaron en ese momento a los familiares de los suboficiales muertos, Michel Civiris y Henry Santa Cruz, que los autores del crimen eran terroristas. Sin embargo, los cartuchos encontrados eran de  calibre 16, que son las que utilizan mayormente los campesinos de la zona. Los Kalil o AKM son de pertenencia terrorista.

Esto ha desatado las preguntas y sospechas de los familiares. Añádase que el mismo parte policial pone en conocimiento que los heridos del ataque terrorista fueron buscados para rescatar por una cuadrilla de 20 efectivos y un helicóptero. El informe de La República cuestiona esto, pues un video del rescate revela que esto es mentira. El rescate fue obra de miembros del serenazgo de Kimbiri. Ante la presentación del informe Wilfredo Pedraza, de la cartera del Interior, ha dicho que él mismo investigará.  

La realidad del VRAEM es lamentable. Los mismos efectivos, según un pasado reportaje de Hildebrandt en sus trece, son quienes se tienen que comprar sus implementos de combate. Por otro lado, el que se critiquen las mediocres actuaciones solo causa respuestas del tipo “están desmoralizando a las tropas”, como dijo alguna vez José Cueto Aservi, el susodicho jefe del Comando Conjunto. Mientras tanto la población del VRAEM sigue acorralada entre dos frentes y el gobierno no parece tener intenciones de revertir o cambiar esta situación. El enemigo, definitivamente, está en casa.


Fuentes: Hildebrandt en sus trece,  El Comercio, La República



19/05/13

miércoles, 15 de mayo de 2013

Tragedia en Bangladesh: situación política y social de un país contradictorio

El mundo ve conmocionado los trágicos hechos que se dan en  Daca, Bangladesh. El fatal accidente ocurrido el 24 abril, donde un edificio textil de 8 pisos de magra infraestructura y se derrumbó por el insoportable peso de más de 3.000 personas, máquinas y escaleras entre otras, ha puesto en la mira las condiciones laborales y económicas del trabajador bangladesí, así como también los perversos beneficios de las multinacionales textiles. De acuerdo a la ONG europea Campaña Ropa Limpia “el costo salarial para fabricar un pantalón jean de 130 dólares en Asia no supera un dólar”. El desmedido afán de lucro tiene aquí un sustancioso caldo de cultivo.

La tragedia del 24 de abril ha dejado más de 1.000 muertos y muchos de los heridos han tenido que sufrir amputaciones por las profundas heridas ocasionadas. Los obreros textiles han recibido otro fuerte agravio. Esta es la gota que colma el vaso de una actividad caracterizada por las condiciones subhumanas en las que trabajan (muchos centros laborales solo tienen una sola puerta, de ingreso y salida, para tener un mayor control hacia los trabajadores) y sus míseros sueldos que oscilan entre 38 y 50 dólares. Es menester recordar que hasta el 2010 el sueldo era de 21 dólares. Las jornadas laborales son de 54 horas semanales y algunas fuentes declaran que un obrero textil puede llegar a trabajar 15 horas diarias, sin, por supuesto, recibir pago alguno por las horas extra.

El escenario es muy crudo y devastador. Bangladesh tiene una población de 128 millones de personas. El rubro textil, el más fuerte de su mercado, representa el 80% de sus exportaciones; Los ingresos netos de esta actividad económica llegan a los US$ 20.000; y da trabajo solamente a 4 millones de personas. Bangladesh, uno de los países más pobres del mundo, es una plaza indistintamente atractiva para multinacionales de la ropa, ávidas por obtener jugosas ganancias. Las ventajas comparativas, tan celebradas por el dogma neoliberal, en este país asiático son las de tener a una población sumida en la pobreza que busca desesperadamente un trabajo para sobrevivir.

La élite política, ganada por la corrupción y una pútrida vocación lucrativa, está conformada por dos decenas de los dueños de las fábricas textiles, las cuales en el territorio bangladesí llegan a 5.400. De esta forma, las pretensiones por cambiar el régimen laboral se choca con la negativa de un poder legislativo ensoberbecido por el verde papel. Sin embargo, que se cambien las reglas del juego sería una victoria pírrica para el pueblo bangladesí. Los reducidos pagos a los obreros textiles en el continente asiático ocasionaría solamente que las multinacionales empaquen sus maletas y se trasladen a otro país a aprovechar esas ventajas comparativas odiosamente injustas.

La tragedia de Daca ha puesto en un dilema a las multinacionales. A unas, de pronto, les ha dado por denunciar el estado de cosas existente que devendría en apoyar fuertemente políticas de seguridad de infraestructura. Otras, a la vista de que sus relaciones contra los mercaderes del hambre ya no son pasadas desapercibidamente, evalúan cambiarse de vecindario. Tienen una reputación mellada.
Los del primer grupo donan dinero al gobierno para que este apoye a las fábricas en su implementación de medidas contra incendios. Asimismo, academias de salud y seguridad laboral son una de los ejes donde trabajan principalmente multinacionales como Gap, Primark, Loblaw y Walmart.

Las auditorías laborales, que sirven para fiscalizar las condiciones laborales en las fábricas, claramente no han servido de nada. Con un sencillo “compra-venta” entre auditores y empresarios, las auditorias, que para muchos de sus críticos consisten en rápidos formularios, estos mecanismos no han sabido resolver los desastrosos estándares laborales. Esta iniciativa, que compete al gobierno, ha hecho que las multinacionales se decidan más por la ayuda monetaria independiente que prestan. Esta particular responsabilidad social consiste, a juicio de los actores laborales, en la reproducción de videos tutoriales y clases de seguridad. Ineke Zeldenrust, de la Campaña Ropa Limpia considera así esta actividad: “Los trabajadores necesitan una solución rápida. Esta falta de una acción inmediata y contundente para afrontar este tipo de problemas equivale a una negligencia criminal”. Y es cierto. De concretarse estas medidas sería como que el embaucado trabajador textil trabaje en un lugar “segurísimo” manteniendo esos sueldos de miseria. Por lo pronto, es poco lo que se le puede exigir a estas empresas. La OIT, sin embargo, en los últimos días está realizando negociaciones con las multinacionales y miembros del gobierno para mejorar los estándares laborales. Empresas como Zara, Benetton, H&M suscribirán el documento.

La sindicalización y la negociación colectiva pertenecen al mundo de la fantasía en Bangladesh. La OIT denuncia que se introduzcan entre el plano de reformas y se espera que así sea. Del mismo modo que organismos multilaterales vean que este tipo de realidades no pueden seguir reproduciéndose. El capitalismo más brutal ha hecho otra aparición.




Fuentes: ABC, El Comercio, Rtves, El Mundo, Centro de noticias ONU

15.05.13

martes, 14 de mayo de 2013

Verdes encantos: el Maguey en la Plazuela de las Artes

Melodías insólitas y atrayentes cual canto de sirena; tintineo alegre de instrumentos asombrosos y lejanos; singulares historias del origen del mundo bajo el efluvio de la cosmovisión amazónica; movedizos felinos, tarántulas, monos y muchos otros animales de la fauna selvática que visitan al espectador con el simbolismo de la sombra. Estos son singulares atractivos que ofrece el grupo teatral Maguey en su puesta Dúik Múun o “El sabor de los ancestros”.

Los martes la Municipalidad de Lima abre las puertas de La Plazuela de las Artes (Jr. Ica 377-Cercado de Lima) para todo festival y evento cultural. Esta vez le tocó al grupo Maguey presentar su innovador repertorio.  Como se dijo líneas antes, el proyecto de María Luisa de Zela, Wili Pinto y Liz Espinoza revela en el escenario una confluencia de ramas artísticas en las que destacan la música, la narración oral, el teatro y el juego con imágenes. Todo esto acompañado de un muy bien trabajado equipo de luces que nos transporta a los parajes más místicos y profundos de la mágica selva. Como se lee en el aviso publicitario: es un auténtico homenaje a las diversas culturas asentadas en el verdor del Amazonas.

El grupo ha sabido recoger la rica tradición e historia de la selva y no por nada se llama Maguey. La planta a la que le debe su nombre tiene usos variados: la elaboración de tejas para las casas, preparación de medicinas y alimentos, así como también la del diseño de artesanías (sus afiladas puntas se transformarán luego en agujas). Así nos lo dijo Liz Espinoza y comprendemos la pegada del nombre y su desenvolvimiento. Un  grupo abocado más por la fusión de disciplinas artísticas: es eso un legítimo ejemplar Maguey.

El país plural en el que vivimos tiene aquí un exponente emblemático. Las culturas de la selva –en particular los awajún y wampis- se dan lugar para presentarse y extender su fuerza a quien la aprecie. Maguey logra una vez más el cumplido de enamorarnos más de los secretos guardados del Amazonas. 

14-05-13

viernes, 10 de mayo de 2013

Lo real de lo rural: avances y estadísticas en la economía del interior


Estadísticas del INEI relacionadas a la situación de la pobreza en la población ofrecen una mirada preocupante en el interior del país. Se revela que 53% de la población rural es pobre, no siendo así aquella que vive en la capital. En las ciudades del interior la cifra llega al 16,6%. Algunos economistas proponen que se profundicen los programas sociales. Hay quienes ven en esta problemática otra salida; a la vez que muestran otros escenarios.

Richard Webb, investigador  peruano y dos veces presidente del Banco Central de Reserva (BCR), probablemente sea uno de los economistas más lúcidos e interesado por temas de desarrollo social de la palestra pública. Viajero impenitente, Webb ha dedicado parte de su vida a recorrer los inextricables caminos del Perú con el aventurero fin de encontrar soluciones a los problemas de las poblaciones que viven en el recóndito interior.

Fruto de toda esta vasta experiencia es su último trabajo investigador: “Conexión y despegue rural”, en donde revela sorprendentes datos que motivarían el debate académico y político y la elaboración de propuestas económicas innovadoras que vayan más allá de la industria extractiva y actividades afines. La evidencia mostrada por Webb da cuenta de ello.

Uno de los criterios más usados para medir el despegue económico en provincias consiste en la contabilidad o existencia de los modernos Mall’s. La construcción de este edificio comercial ofrece una mirada de cómo va la economía en un determinado espacio. Sin embargo, la introducción de criterios de evaluación como posesión de artefactos electrónicos, más ligados a realidades urbanas, dificulta la medición socioeconómica en un sector como el rural, como bien sostiene Rolando Arellano, especialista en estudios de mercado, y quien ha visto con grata sorpresa la aparición del trabajo de Webb.  

Son otras las mediciones que Richard Webb utilizó durante más de tres años como que hayan más servicios de electricidad, salud, educación en los pueblitos asentados en las zonas bajas o medias de los cerros. Canales de comunicación como los caminos y telefonía móvil han acicateado más el llamado “emprendedurismo rural”. Es de subrayar la subida inversión en infraestructura: la construcción de carreteras rurales, las cuales, venciendo la agreste geografía andina, han permitido conectar a los mercados en el interior. Las carreteras han seguido el ritmo siguiente: de 1950 a 1994 se construyeron 1000 km de camino; y de 1995 hasta el 2011, 3.200. Además, Webb prevé que este crecimiento siga su rumbo pues augura una segunda ola de redes de conectividad. Esta explosión de carreteras ha trascendido en el avance de la tecnología de usos agrícolas como también en la rentabilidad de los precios de la tierra. El campo laboral se ha visto influenciado, dando como consecuencia el aumento del ingreso de los productores agrícolas y sus trabajadores. Las redes de conectividad han permitido, según Webb, la pujanza del sector rural. De ahí el título de su trabajo.

En una entrevista brindada a El Comercio, Webb toca el tema de la coyuntura económica. La luz de su trabajo no lo inspiró a dar palabra alguna sobre el debatido modelo primario exportador. En cambio, se inclinó por indicar que se debían realizar reformas en el plano laboral y de la formalización para seguir contribuyendo con el crecimiento económico. El académico, cabe recordar, criticó duramente el esquema actual de las AFP, caracterizado por ser excluyente y alejado de la realidad. En ese sentido, Webb exigió  que sean más realistas con la situación del trabajador peruano.

Richard Webb, saludó los programas sociales, reconociendo la importancia de “Pensión 65” como ayuda invaluable para población en extrema necesidad. No obstante, recalcó en el aserto de que el Estado más que dar pescado debe enseñar a pescar; esto es, empoderar a la gente. En el espíritu emprendedurista, que hayan más caminos, mejores servicios de salud y de educación significa una invitación al esfuerzo y permanecer en la línea del progreso.

En la línea del éxito y “psicología emprendedora”, como él la llama, Webber contó una anécdota de sus viajes por el interior. En un mercado de Chumbivilcas, Cusco, descubrió que, entre los productos agrícolas que se vendían, tres libros destacaban por su contenido. Uno era “El éxito es una decisión” de David Fischamnn, gúru empresarial, y otros como “La Vaca” y “La vaca para jóvenes”. Los dos últimos encontrados por él mismo en medio del tráfico de una concurrida avenida san isidrina y que fueron inmediatamente comprados. Cada uno de estos daba estrategias de éxito empresarial.

Al final de la entrevista, Webb recomienda aprovechar al máximo el buen momento que vivimos económicamente. Una cosa lo diferencia de una larga vastedad de economistas: mientras muchos creen en que solo los recursos naturales lograrán el alza del Perú, él echa sus cartas a la gente, apostando por el deseo de salir adelante de las mayorías. Estas son sus palabras finales: “Hay 9 millones de peruanos que son económicamente pobres, pero no creo que sean pobres en otros sentidos. Los alentaría a mantener la esperanza de que van a salir de su pobreza monetaria. Es posible y ahora más que nunca”.


Fuente: The Economist, El Comercio

10-05-13

Las unilaterales recetas del controversial Hernando de Soto

Una de las tesis bandera que el  economista Hernando de Soto difunde por el mundo libre es el documentalismo, la cual consiste en una política de papel que legitime los movimientos económicos de la sociedad. La titulación de la propiedad de tierras, la validación, los estatutos de alguna institución, los documentos de identidad, contratos de toda laya y otros tipos de terminología burocrática- o, eufemísticamente, administrativa- son la base para un fructífero desarrollo capitalista, según el líder del Instituto Democracia y Libertad (IDL). Y es que, como apoya el filósofo Barry Smith, “la evolución de documentos comerciales de papel es responsable del éxito del capitalismo occidental. Los documentos han creado una infraestructura invisible de múltiples tipos de entidades no físicas que impregnan la realidad social contemporánea”. Quiérase o no el papel domina el mundo; sea un documento sellado de oficina importante o un verde dólar norteamericano.

 La propuesta del economista arequipeño representa un soporte considerable para quienes están imbuidos en una sociedad capitalista. Más expresamente, sirve de ansiado bote salvavidas en el desesperante parsimonia que representa la tramitología de las instituciones. Me explico. Una de las salvedades del pensamiento de Hernando de Soto consiste, básicamente, en reforzar la cultura del documento, promoviendo de este modo el competitivo intercambio económico basado en él.

Luego de una mirada compenetrada a la realidad de su tiempo  (aquella que se vivió en las décadas del terrorismo), de Soto concluyó en que las olas de informales que recorrían Lima, se debía al desfase del Estado, al abandono de este a las pequeños empresarios, los emprendedores o todo aquel que decida salir adelante en la vía de los negocios. La consecuencia de esto, de las trabas burocráticas que imponía, devino en un acelerado movimiento de informalización. En una economía en declive, lo más lógico era vivir al margen, ganándose la vida a pulso propio, sin la supervisión de algún órgano estatal. Se aprecia aquí el germen del nuevo peruano, esos que predominantemente llaman el “emprendedor peruano”. Hay dos consecuencias de ello: una sólida confianza en que uno puede salir adelante sin ayuda de papa Estado y la de ser una de las cinco principales economías informales del mundo, como señala Pablo Secada, economista del IPE.

Como se ve, las tesis del economista resultan favorecedoras para un entorno como el nuestro. En ese sentido, y en el marco de la proclamada reforma del servicio público, la propuesta de de Soto aparece como idónea. No queda duda que desde el Legislativo se debe prestar mucha atención al contenido de las ideas de de Soto. Las interminables colas en los espacios estatales, por citar un ejemplo, tendrían fecha de caducidad.

Algo se destaca de todo esto: la ubicación. Y de Soto no parece darse cuenta de ello. El economista, y esto es muy celebrado por la prensa, ve en esta tesis de institucionalizar las transacciones económicas vía papel como el modo infalible para llegar al desarrollo capitalista. Hay un video en la web que retrata fielmente el modo en que de Soto hace llegar su discurso: en una entrevista con Jaime de Althaus, de Soto afirma, sin ningún sobresalto, que Osama Bin Laden, líder de la red terrorista Al Qaeda, fue encontrado, abatido y muerto precisamente porque se encontraba en un bien inmueble “registrado legalmente”. De haber seguido en las montañas, tamaña hazaña militar no hubiese sido posible. Althaus piensa mientras escucha a su interlocutor: “WTF?”

Y es ese el discurso de de Soto: titular propiedades, emponderar a los necesitados por la vía de la legalidad, ofrecer créditos. Todo ello con el fin de promover el capitalismo popular. En ese sentido, de Soto insta, con bibliografía en mano y trabajos de investigación, que las comunidades amazónicas deben registrar sus propiedades, es decir los casi infranqueables terrenos donde habitan, para tener una mejor posición a la hora de entablar negociados con empresas que deseen entrar en su territorio. Las mesas de diálogo son un regreso al pasado; innecesarias por lo demás. Con su propuesta se llega a un comprobable intercambio de tú a tú. La comunidad indígena y la empresa en las mismas condiciones. Pues de otro modo no sería posible: mientras un ciudadano sí puede entablar procesos con la documentación en mano; un poblador de alguna comunidad olvidada no puede hacerlo. (¿Se preguntará el alabado economista por las condiciones de justicia allá en el interior; donde ni siquiera hay juzgados especializados que tengan la lengua autóctona como herramienta inclusiva del acto jurídico?) De Soto, imperturbable, enseña sus pergaminos liberales: “Yo creo en la igualdad ante la ley”.

Diversos especialistas se han referido al trabajo de de Soto para con las comunidades indígenas. Indican que en los casos donde los nativos de la selva han titulado sus bienes y los han tranzado con colonos, aquellos no han mejorado en mucho su situación, incluso han visto recrudecida su pobreza. De Soto, al extraer una experiencia de integración de las comunidades nativas al mercado, cree que esta debe ser la regla. El economista se basa en lo acontecido en Alaska, cuando las tribus del lugar negociaron la titulación de sus tierras con el gobierno estadounidense. Esta experiencia ha rendido buenos frutos pues las tribus de la región participan del crecimiento económico. La convivencia entre identidad y crecimiento económico se ha dado fructíferamente. Empero, hay que tener cuidado con esto. No se trata de un “copy and paste” socioeconómico.  

En este aspecto suenan contraproducentes las visiones que tiene de Soto sobre la amazonía son muy distantes de lo que realmente se percibe en ese contexto.  Como bien lo define Fermín Tiwi Patti, abogado awajún, la cultura de las comunidades indígenas está en la otra orilla del pensamiento de la economía occidental. Si bien hay algunos que han arrendado sus parcelas, el dinero obtenido no se invierte, se malgasta; es por eso que muchos indígenas terminan endeudados. No es que sean derrochadores, simplemente tienen la idea de que “si tú me das algo, no necesariamente debo devolvértelo”. El propósito no es decir: “miren ellos piensan así, dejémoslos tal como están” en un sentido etnocentrista; sino más bien ver las posibilidades que tienen para alcanzar el desarrollo económico. El mismo Fermín sugiere que sea el comercio, con una posible ayuda técnica de de Soto, la actividad principal de las comunidades selváticas. Esto es más acorde al espíritu de estas.

Son muchas las variables en juego. El régimen de propiedad, por ejemplo, no revertirá en mayores ventajas económicas. Subraya Fernando Eguren, sociólogo experto en temas agrarios, que no es tanto un problema económico el de la titulación, sino más bien político. Las reglas del juego favorecedoras a las grandes empresas, la poca validación que tienen los documentos de propiedad, así como la poca participación de la banca en la entrega de créditos agrarios (imagínense que si son reducidos los créditos en el sector agropecuario de la costa y sierra, peor será en esta zona tan largamente olvidada). Eguren sostiene, pues, que el problema no va tanto por la titulación, sino una mayor intervención del Estado porque las condiciones de negociación entre empresas y comunidades se den en óptimo estado. Es, en suma, lo que Hernando de Soto desearía, ¿verdad?

Pero no nos engañemos. Resultan loables las intenciones de de Soto por institucionalizar la documentación y su deseo por integrar al mercado a las masas de informales. Sin embargo, la propuesta suya de la titulación expansiva de créditos en la tierra amazónica se enfrenta a un complejo escenario de múltiples culturas y pareceres. De Soto apuesta por una titulación al caballazo, sin tomar muy bien en cuenta esas realidades. Y es un defecto que trasciende ese campo. Por ejemplo, de Soto cree que las movimientos populares árabes que capturaron la atención del mundo los últimos dos años, se debió a una frustración de emprendedores. Mohamed Bouazizi, joven tunecino que se prendió fuego por que autoridades del orden le quitaron su puesto de frutas, es, en la visión del arequipeño, un mártir del emprendedurismo. Nada importan las violentas condiciones sociales y políticas y el recorte de libertades en el país. O se podría hacer una excepción: solo importa la libertad económica, madre de todas las demás para un neoliberal contumaz como de Soto.

En un país con una 20% de población que no ingresa a los servicios de salud, así como la “incomprendida” amazonía, donde en la región Loreto solo 3 de sus 7 provincias tiene acceso al agua potable por  falta de redes de  conectividad, y en el cual la educación pública y privada está por los suelos, ¿cómo creer la que llavecita mágica del progreso se encuentra en una titulación? Suena lamentable reconocer que Hernando de Soto, avalador del golpe del 5 de abril, sea considerado como uno de los pensadores top del mundo.

Fuentes: Servindi, www.veneconomy.com, El Dominical, El Comercio
10-05-13

jueves, 9 de mayo de 2013

Lo que el Foro Económico Mundial nos dejó


El Foro Económico Mundial (WEF, en sus siglas por inglés), cita económica mundialmente conocida, se realizó con éxito hace un par de semanas en el Perú. En ella se reunieron la crema y nata de la economía mundial y local para debatir temas de crecimiento inclusivo. ¿Crema y nata? Pues el WEF es eso: más que un concialíbulo donde se debaten temas de desarrollo, propuestas económicas eficaces; es una convención exclusiva de elite donde los pesos pesados de la economía se reúnen anualmente para intercambiar tarjetas y formar asociaciones. No por nada Samuel Huntington, sociólogo estadounidense, acuño el nombre “hombre de Davos” hace más de diez años para calificar al asistente promedio, hombre asiduo a las reuniones de este tipo donde más importa el estatus socioeconómico y la búsqueda de maximización de capitales. Davos se llama porque es el lugar tradicional donde se realizan los WEF y queda, por cierto, en los alpes suizos. Estas mismas prácticas se vieron en el CADE (Conferencia Anual de Ejecutivos) peruano, que es como su versión micro.

No obstante lo anterior, el WEF en tierra latinoamericana pegó por haber tenido una agenda de acerca de desarrollo inclusivo. Algunos de sus integrantes, como Ricardo Hausmann y Enrique García Rodríguez, del Centro para el  Desarrollo Internacional y del Banco de Desarrollo de América Latina, respectivamente, criticaron la complacencia de los principales actores económicos del Perú. García Rodríguez puso en evidencia que si bien somos una región que ha capeado muy bien el temporal de la crisis, todavía no somos una economía consistente. “Hace 25 años las exportaciones de América Latina representaban el 18% de las exportaciones mundiales, hoy representan el 7% y el peso de América Latina en el PBI mundial aún está en 6% y 7%”, fustigó. Hausmann fue por el mismo lado. Es reconocido que Hausmann haya puesto el dedo en la llaga dejada por el triunfalismo peruano y quien también haya propuesto un recambio en la economía: fomentar el mercado interno.

Las críticas no son menores. Los ciclos económicos tienen un fin (aproximadamente duran entre 5, 10 y 14 años) y, como pone en evidencia el periodista Luis Davelouis, no se ha hecho nada por incentivar a que la economía se haga sostenible por mano propia. Los precios de las commodities en cualquier momento caen y ya veremos a los sachaliberales que tanto exigen centrarnos a como dé lugar en la explotación de nuestros recursos.

Regresando al WEF, como sostuvo un informe de Portafolio Económico, hechos los diagnósticos, antiguos por lo demás, se centraron en las posibles reformas para enmendar los errores. Estos pasaban por integración, educación, innovación y, la más sonada en las últimas semanas, diversificación.

En el plano de la educación es de muy destacar la experiencia costarricense. La ministra de Comercio Exterior, Anabel González, descolló nítidamente. Costa Rica un país que apenas llega a representar el 4% de nuestra extensión territorial y la sexta parte de nuestra población, ha sabido ir más allá de la producción de plátano y café y tiene una economía diversificada de 4.500 productos que negocia con 150 países, según el informe de Alejandra Costa de Portafolio Económico. La respuesta se halla en que el país centroamericano destinó 8% de su PBI a la educación (el Perú apenas otorga 3%, con los resultados ya conocidos) y se asoció con industrias especializadas en los rubros de aeronáutica, automotriz, entre otros.  

Castilla estuvo de acuerdo en dirigir más fondos a la educación y coincidió en la visión que se tiene sobre esta como baluarte del crecimiento pero no dijo algo concreto en cómo hacerlo.

En cuanto al plano de integración, ministros de Economía y Hacienda de cuatro países aprobaron la coordinación para tratar temas más allá del comercio. Como por ejemplo “alinear respuestas ante la abundancia de capitales que llegan a la región”. La Alianza del Pacífico, grupo que reúne a México, Colombia, Chile y nuestro país fue tomado como proyecto a seguir. Las perspicacias por lo acaecido por la integración europea no se dejaron de un lado, por lo cual esta unión debe ser cuidadosa, en caso se dé.

Fue en el WEF donde Ollanta Humala calentó el ambiente nacional al exigir un Estado más equilibrado. Luego de los extremos de los 70’s y 90’s, del Estado poderoso a Estado ausente, era lo mínimo que se podía pedir. Sin embargo, esto fue tomado a la mala por algunos miembros del avance económico peruano. Asimismo, también en el WEF se dio la oportunidad para poner en duda el papel de las clases medias como motores de la economía. Si bien se ha avanzado, esta nueva clase media está muy marcada por el individualismo y, como sostuvo Augusto de la Torre, está viviendo al margen del contrato social. El bien común no es precisamente algo que les preocupe a la clase media emergente.

¿A qué se llega entonces? Que el WEF, con sus particularidades de por medio, fue una oportunidad para poner en duda nuestras bases de crecimiento y diseñar reformas a seguir. Al mismo tiempo los resultados lanzados por la realidad social demuestran una sociedad cautivada por el beneficio económico familiar. Del mismo modo, el apetito consumista ha llevado a que las tasas de crédito se vean incrementadas notoriamente, poniendo en riesgo la economía peruana. Felizmente se han tocado temas importantes que se espera hayan calado en un sector que es conocido por su renuencia a participar del cambio social. Pero, así no suceda ello, los tópicos han llegado al conocimiento de la gente, motivo por el cual se aguarda otro cambio de actitud.

Fuente: Portafolio Económico, Gestión

02-05-13

Básico de la PUCP en la picota: mentiras, coyunturas y soluciones de un problema universitario


Un documento de los Representantes Estudiantiles ante la Asamblea Universitaria (REA) de la PUCP presentado hace algunas semanas dio a conocer el sospechoso y polémico accionar de los comedores de las facultades de Letras y Arte por incumplir sus contratos establecidos. Las infracciones de estos dos establecimientos consisten en ocultar la cantidad de oferta del plato Básico (el cual cuesta S/. 3.60) a pesar de que hay una gran cantidad de ellos que todavía no han sido vendidos. Una de las respuestas más sonadas de parte de los comedores es que los platos no se venden. La fiscalización de los REA permitió saber que esto no es factible pues, gracias a la oportuna denuncia, la restitución de la venta, horas después de la decisión de no vender más de parte de los comedores, tuvo amplia demanda de los estudiantes, lo cual desbarata la tesis de la escasez de comensales. Cabe mencionar, asimismo, que este tipo de argumento fue utilizado para que el plato económico que costaba S/. 1.80, fuera sacado del menú. Este plato era el salvavidas de los estudiantes con menos recursos.

La problemática ha descubierto un problema mayor. El número de estudiantes de la PUCP ha aumentado considerablemente (23,083), no siendo igual el crecimiento de los servicios (fotocopias, alimentos, etc.). Los documentos presentados por los órganos de representación estudiantil declaran que las autoridades universitarias priorizan gastos de infraestructura e investigación. Ciertamente, son enfoques válidos y con un efecto positivo en la población universitaria, pero dejar de lado la calidad de los servicios perturba el desenvolvimiento estudiantil. Quienes cargan con el problema son las empresas, dada la limitada o ausente inversión en esos rubros. Así tenemos congestiones en los comedores a la hora del almuerzo, consecuencia de la política de la empresa de tener a un solo empleado para no perder rentabilidad. Lo mismo sucede en los servicios de fotocopiadoras. No todo es culpa de los cachimbos como traviesamente gustan decir algunos.

Esta suerte de abandono de parte de las autoridades ha devenido, también, en una reducción de la calidad de la comida en los comedores y el mentiroso racionamiento de platos como el básico-que más críticas y enfados ha suscitado en el cuerpo estudiantil por estos días-. En un contexto de constante subidas de la boleta, que ya llegan a niveles impagables (sería interesante un estudio que toque el tema de abandono temporal o definitorio de este centro de estudios), el problema abordado se hace más amenazante.

La exposición de la situación de las empresas nos permite comprender la línea de hechos que han venido siguiendo. No obstante, esto no justifica su proceder. El caso del comedor de arte, en la fiscalización realizada por los REA, es el más resaltante: en el momento de la intervención se había dejado de vender básicos cuando aún faltaban vender 249. Esto de un total de 500. El móvil es obvio: pretenden que el estudiante compre el plato siguiente, el de menú, que tiene un precio que está cerca de ser el doble (S/. 6.70), 

Los REA, en trabajo conjunto con la Federación de Estudiantes de la PUCP, han presentado su queja. Entre ellas solicitan que retorne el plato económico, a la vez que se aumente el número de operadores de las cajas. La sanción a los concesionarios de los comedores es un hecho descontado en el informe de ellos.
Del mismo modo, esta coyuntura ha reavivado el dormido activismo estudiantil. El 17 de mayo se ha convocado a un plantón estudiantil para exigir a las autoridades la puesta de una solución a este crítico problema. Diversas agrupaciones estudiantiles han apoyado la actividad y se prevé una masiva afluencia del estudiantado. La FEPUC coordina hasta el momento esta iniciativa.

En tanto, otro tipo de actividades buscan generar conciencia de este embrollo en el estudiantado. El día de hoy, se realizó con singular éxito una impensable olla común en el comedor de letras. Con el lema de “Un día sin comprar el básico-protesta y propuesta”, la  actividad impulsada inicialmente por el Círculo Alberto Flores Galindo, tuvo mucha acogida de parte de los concentrados alumnos de la universidad. En crucial semana de exámenes, los alumnos respondieron con su participación. El fin, a decir de los estudiantes, era una protesta pacífica no exenta de humor y buena onda, como se dejó ver en los rostros de quienes acudían a servirse un suculento y solidario platillo de carapulcra, potaje estrella el día de hoy.

Cada asistente, en apoyo de la causa, dejaba algunas monedas. Rápidamente reunidas se procedía a comprar bebidas para refrescar las gargantas y pasar un rato de conversación y concientización. Algunos sheriff’s y curiosos trabajadores de la cafetería se acercaban oteando la actividad. Incluso hasta se animaban a tomar fotos al mejor estilo de quien busca “capturar” un acto particular. Las invitaciones a servirse un platillo fueron gentilmente rechazadas. Era, pues, hora de trabajo.

El saldo fue positivo pese al comprensible reducido número de estudiantes. La semana de parciales, ciertamente, ha sido gran rival a los ratos de ocio. Vemos, no obstante, en estos contextos indicadores de que se está incubando una perspectiva diferente en el estudiante. Una óptica distinta que aguarda intereses reivindicativos y de interés común. Saludamos desde aquí tamaña perspectiva y esperamos que la actividad del 17 tenga los mejores resultados. Todo, obviamente, con el fin de que la comunidad universitaria siga en su propósito de cambio benéfico para la sociedad.


09'05'13

martes, 7 de mayo de 2013

Eh, Chino, tanto por decir… Feliz CUMPLE!!!

Abue, han pasado diez años de que nos dejaste. La potente carcajada que te mandabas sigue sonando ruidosa y alegremente en nuestros corazones, produciendo en cada quien que lo recuerde una entrañable satisfacción. Esa poderosa y contagiante risa nadie me la quita de la memoria. Te cuento que cada que río, y eso es muy rara vez, hasta me sale una igual, casi igual, pues como la tuya ninguna.


Recuerdo cuando tomábamos un colectivo (ahí en que aprovechabas, pícaro tú, para hacerle la conversa a cualquier linda señorita. Empezando por temas de coyuntura hasta arrancarle sonrisas por temas triviales), esos de los que ahora ya no pasan, para irnos de polo a polo, que es lo mismo decir que nos íbamos al Callao, a que hagas algún trámite en instituciones de la marina cerca al Real Felipe, o al Centro, donde por las calles de Colmena alguna vez nos sentamos, junto a mi abuelita, en una banquita donde, si no me equivoco, fue el Ministerio de Marina. Ahí, despidiendo a la modestia, reconocías que fuiste secretario de un alto cargo de ese lugar. Ahora el mismo sitio, te cuento, cobija a funcionarios del Poder Judicial, en un considerable esfuerzo –ojalá no me equivoque- por ir descentralizando eficazmente los ambientes de ese poder del Estado.

Los chifas, el pollo a la brasa, el tacacho con cecina, las largas conversaciones que te mandabas con tus amigotes allá en el barrio de Cipreses, más exactamente en la tiendita de la señora Rosa. Ahí dabas rienda suelta a tus encantos, a tu vivacidad, a tu historia de hombre; y eso te alegraba. Una Coca-Cola para tu acompañante, que era yo, o un rico pie de manzana hacían que olvide el guardado aburrimiento que era estar ahí en medio de tanto adulto. Aunque eso pertenece a la anécdota fue un bonito recuerdo de cuanto viví contigo. Debo decirte, abue, que desde que te fuiste ya no voy a la  tiendita; no me lo explico muy bien. Quizá se deba a una suerte de cuidado, a una extraña evasión que me impide ir ahí. Todo es cambio, claro está. Probablemente por eso no voy… porque quiero que el recuerdo de lo que allí aconteció esté intacto.

Desde hace un año, abue, estoy arrasando con el periódico. Si antes sufría con leer apenas una columna (en ese entonces inconmensurable para mí), con el acuciante fin de que me dejes ver las jocosas correteadas que se mandaban el coyote y el correcaminos en aquel televisor potón que se manejaba con un gran botón (Vichonni la llamabas tú); hoy, abue, le doy vuelta y media al periódico. Protegiéndome la nariz o guardando un poco la compostura ante noticias degradantes o columnistas retrógrados que solo crean en el egoísmo y en sus únicas verdades. Hoy los medios de información de información solo tienen el nombre  pues no informan nada y se dedican más que todo a verter mierda- discúlpame la palabra-en las cabezas de las personas. Es toda una batahola, un regresivo fenómeno mundial.

El énfasis lector que tengo, tan alimentado por mi viejo como por ti (¿recuerdas la torta de chocolate por los 100?), derivo en que me entusiasme mucho el periodismo. Hasta incluso pensé en seguir la carrera, pero el autodidactismo está triunfando. Las mejores aulas de periodismo están en las calles.

Ya no escribo rimas como antes, pero eso no es motivo para celebrarte y agradecerte cada buena cosa que me sucede (las triunfos del cuaderno amarillo son exclusivamente nuestros). Aun más, escribo una que otra columna, reconocedor de que todavía estoy en pañales, y colaboro como “freelance” en una página web. Voy de libro en libro sobre cultores del periodismo para coger técnica, sé que pronto daré el salto.

Hace poco salí de un problemón (un proooblemón) que me tenía fuera de foco. Lucho por ser otro, abue. Recordando que te hiciste solo, al igual que mi abuelita, me motivo para ser más. Me he propuesto cambiar para bien, y ya he tenido signos de avance. Tú me entiendes, estás a mi costado. Todos tenemos caídas a nuestro modo, pero ahí, ahí nos levantamos. Siempre estarás a mi lado. Agradezco a la vida por haberte puesto a mi lado, no te defraudare.

Cierro esta carta (que fue inspirada por una similar de mi agraciada y eternamente bella Tía Flor) con una canción “Mi viejo San Juan”, que te gustaba y que hace unos días la escuché mientras limpiaba la casa. Aprovecho para ir a la memoria y recordar cuando te ponías en la sala a escuchar la buena música del ayer: tus boleros, tus valses. Abuelo, que Dios te tenga en su Gloria. Nos volveremos a ver, definitivamente.
El mundo, balón al pie, es nuestro.


Te quiere,

Agu
Pd: la familia está saliendo adelante. No hay de qué preocuparse. Tate’, tranqui’. Aunque eso es pedir lo obvio

lunes, 6 de mayo de 2013

La región Loreto en franco estado de emergencia

La boyante economía peruana no ha sido obstáculo para la fuerza de la naturaleza. Un reciente estudio del Instituto Peruano de Economía (IPE) sitúa a Loreto como la región menos competitiva del país. Este es un dato menor si tomamos en cuenta que de su 37.2% de su población se encuentra en pobreza, 10.0% en pobreza extrema y 80.6% de hogares pobres son beneficiarios de programas alimentarios. La mortalidad infantil por cada 1000 nacidos es de 51% (en el Perú es de 21%) y el rendimiento deficiente en lectura y matemáticas es de 63.2% y 88.7%, respectivamente.

Loreto, la región más aislada del país, como lo califica su presidente regional Yván Vásquez, debe estos crudos indicadores a la falta de infraestructura, entendida como redes de comunicación, que hace imposible que lleguen en estado óptimo toda una serie de servicios que la ayudaría a tener un mejor desempeño socioeconómico.

Para agravar la situación, el costo de electricidad es uno de los más caros del Perú y su sistema de telecomunicaciones es deficiente por la falta de fibra óptica. Asimismo, el servicio de agua le llega a menos de la mitad de la población (42.9%), el cual desgraciadamente llega a solo 3 provincias de las 7 que conforman la región selvática.

El presidente de la región hace un llamado a las inversiones privadas ofreciendo los servicios de petróleo, turismo y de madera como buenas actividades a invertir. Se espera que el llamado tenga eco. Mientras tanto, en la esfera pública el debate sigue siendo la reelección conyugal y la paranoica transformación de Ollanta. La desventajosa situación de las poblaciones del interior puede pasar a segundo plano.

Hace poco Richard Webb, economista peruano, publicó un estudio donde indicaba los provechosos resultados que hay en la sierra por la construcción de redes viales. Estos han devenido en un alza de la calidad de vida y mejora de los servicios, así como de los ingresos. La selva, por más alejada que esté, debe ser parte del crecimiento económico del que tanto se vocea, pero que por esquivas o esquivadas razones no lo ve llegar. La desigualdad económica en todo su esplendor.


Fuente: GESTIÓN (http://m.gestion.pe/movil/noticia/2064094 mayor información aquí)

06-05-13