viernes, 25 de abril de 2014

Hermosuras espontáneas

1

No es duro de corazón, pero en su muro de aquella red social pone o música metal o reflexiones sobre su vida diaria (generalmente salpicadas de “crítica social”) o algún meme que alborote el gallinero. Todos ellos un desahogo, una burla o un señalamiento. Es tanta su seriedad y celo por su “imagen” que, pese a lo dicho anteriormente, ha bloqueado cualquier forma de que extraños o amigos publiquen en su muro. Así es él: algo serio. Pero el año pasado tuvo, como todos, su quince minutos, y poniéndole un alto a los mensajes publicados reñidos con los “sentimientos” publicó lo siguiente. En español y en griego para que vean lo rebuscado que es.  

Aunque hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si me falta el amor sería como bronce que resuena o campana que retiñe.
Aunque tuviera el don de profecía y descubriera todos los misterios, -el saber más elevado-, aunque tuviera tanta fe como para trasladar montes, si me falta el amor nada soy.
Aunque repartiera todo lo que poseo e incluso sacrificara mi cuerpo, pero para recibir alabanzas y sin tener el amor, de nada me sirve.
El amor es paciente y muestra comprensión. El amor no tiene celos, no aparenta ni se infla.
No actúa con bajeza ni busca su propio interés, no se deja llevar por la ira y olvida lo malo.
No se alegra de lo injusto, sino que se goza en la verdad.
Perdura a pesar de todo, lo cree todo, lo espera todo y lo soporta todo.
El amor nunca pasará. Las profecías perderán su razón de ser, callarán las lenguas y ya no servirá el saber más elevado.
Porque este saber queda muy imperfecto, y nuestras profecías también son algo muy limitado; y cuando llegue lo perfecto, lo que es limitado desaparecerá.
Cuando era niño, hablaba como niño, pensaba y razonaba como niño. Pero cuando me hice hombre, dejé de lado las cosas de niño.
Así también en el momento presente vemos las cosas como en un mal espejo y hay que adivinarlas, pero entonces las veremos cara a cara. Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré como soy conocido.
Ahora, pues, son válidas la fe, la esperanza y el amor; las tres, pero la mayor de estas tres es el amor.
1ra Carta de Pablo a los Corintios, 13

2

Veía cómo Robert de Niro masacraba sin piedad por celos a un joven que había visto a su esposa. La espiral de éxito trago su ascendente carrera y terminó gordo y con la nariz grandota como dueño de casinos. Tal negocio, poco lícito, le valió rodeos con la policía. Ha terminado una historia de entrada al infierno, cual héroe griego, pero también logro salir –si la memoria no me falla-. Hablo de la película Toro Salvaje. Scorsese le da término la siguiente “reflexión”:

Llamaron por segunda vez al hombre que había sido ciego y le dijeron: “Da glroia a Dios. Nosotros sabemos que ese hombre es un pecador”. Les respondió: “Si es un pecador, no lo sé. Sólo sé una cosa: que era ciego y ahora veo”. Le dijeron entonces: “¿Qué hizo contigo? ¿Cómo te abrió los ojos?”.

Juan 9, 24-26

3

Sentado en mi mueble termino la reseña y homenaje que le hace un profesor de economía de una universidad peruana a (PUCP) uno de los fundadores de la economía como carrera de estudios en el Perú, Máximo Vega-Centeno. Ayer hubo una ponencia donde él participó y me cayó muy bien. Un tipo con apertura, entrega, valores y mucho conocimiento. El homenajeador, José L. Távara, finaliza sus gratas líneas sobre su antiguo profesor con este pasaje.

No los llamo siervos, Porque el siervo no sabe lo que hace su Señor. Sino que los he llamado amigos, porque todo lo que he oído de mi Padre, se los he dado a conocer. Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los escogí a ustedes, para que fueran y dieran fruto, y para que su fruto perdure.

Juan 15, 15-16

4

¿Quién lo diría? Impensablemente, me encuentro con bellos pasajes bíblicos en contextos que poca relación guardarían con aquel texto considerado sagrado: un filósofo escéptico, una película de golpizas, un economista solidario y conocedor. Los fieles publican: “¡te amo, Dios, cuanto has cambiado mi vida!”, como también aquel espanto que vigila los aires de la PUCP; ese cartelón gigantesco de los bethelianos en contra de la Unión Civil. Los creyentes publican cosas (ciertamente, el de la organización Bethel activa el trabajo de nuestro hígado) y están en su derecho. Pero vienen de ellos y ahí nomás. Las reflexiones que reseño salieron espontáneamente y me alegraron el día. Sucedió, tal vez, porque no había un propósito propagandístico detrás. Simplemente –pienso- fueron honestos arrebatos que querían expresar una emoción. De ahí la trascendencia que tienen para mí.


26-04-14

domingo, 20 de abril de 2014

Las lecciones de Orbegozo

No quiero perder la oportunidad de compartirles esta grata entrevista que hace Gianmarco Farfán Cerdán a uno de los hitos del periodismo peruano: Manuel  Jesús Orbegozo. Debido a ella somos capaces de reconocer con mayores detalles el itinerario del gran entrevistador y destacadísimo reportero.

Nacido en La Libertad, Orbegozo decidió viajar a la capital del país a sus 25 años para ser periodista. En un inicio, se dedicó a voltear noticias para una emisora radial. Con el tiempo, y con el empeño que le ponía a sus notas, fue escalando de a pocos. Fue con una entrevista imaginaria que le hace a Ramón Castilla y que llegó a presentar a la revista Cultura Peruana que fue captado. Tal era la calidad del texto que Orbegozo se aseguró un contrato y un trabajo seguro. Ese fue el inicio de su labor como periodista, labor que no dejaría y a la que se dedicaría con pasión y entusiasmo.

Pasa el tiempo y recala en El Comercio en el año después de un tira y afloja con el diario de los Miró Quesada. Orbegozo comienza su travesía por el mundo con este medio y también beneficiado por un concurso organizado por las Naciones Unidas en el 68’ titulado “Turismo para la paz en el mundo”, en donde queda primer y tercer puesto gracias a sus artículos. Ocurría por ese entonces una guerra civil en Nigeria mejor conocida como la Guerra del Biafra. Entre ir a recoger el premio a Ginebra o ir a Biafra, Orbegozo decide lo segundo como buen periodista y seguidor de la noticia que es. Sus deseos son bien recibidos por los organizadores del premio que no solo le dan la oportunidad de que viaje a Biafra y a Ginebra sino a otros lugares del mundo. Orbegozo ya es un periodista consumado y viaja por el orbe cubriendo las noticias que se suscitan.

La entrevista presenta a un Orbegozo exultante e involucrado por la carrera del periodismo. Sobre la enseñanza del periodismo en particular  cuenta de cómo logro entender que este no se aprende entre cuatro paredes, sino en la calle.

En San Marcos. Dos chicos y una chica. A ver, escriban: “Ayer hubo un choque -ellos escribiendo- en la esquina de Gamarra con Suárez Vértiz. El camión, manejado por fulano y el automóvil manejado por sutano. En el choque salió herido el fulano. La policía tomó…”. ¡Hacerme una noticia de eso! Entonces, ellos se arrinconaban y en una hora me entregaban la nota. Y yo veía si hacían bien el texto. Una, dos, tres veces, a la cuarta vez ya no aguanté. Porque me di cuenta que el periodismo no se aprende en las cuatro paredes de la clase: el periodismo se aprende en la calle, aunque sea en tu esquina. Si te paras en tu esquina y ves que un cojo por ahí se cae de su carril tienes una noticia sensacional: “Ayer un cojo, fulano de tal, porque Dios es grande, no se mató”. A partir de ese momento dije: “Para afuera”. Salgo con estos tres para afuera y me iba a las esquinas, paraba en las esquinas. Yo decía: “Vamos a ver cuántas gentes pasan por acá. A ver, escríbanse una nota de eso y mañana me entregan”. Y así comencé, hasta que llegó el momento en que ya la cosa se puso grande, los chicos se dieron cuenta de que yo era un buen profesor, me gustaba enseñar, sabía enseñar, sabía lo que enseñaba -porque era un buen profesor y un buen periodista-“.





20-04-14

jueves, 10 de abril de 2014

Hobsbawm y América Latina: la crítica relación que el historiador mantuvo con la región latinoamericana

La revolución que sorprende a Inglaterra. Un historiador “rockstar” en América Latina. La periferia de América Latina en la tetralogía de Hobsbawm. Fascismos populares y guerrillas débiles. Drinot da explicaciones.

Literal lucha histórica de ideas

“Combatir para la historia”. Así se puede sintetizar el espíritu que mueve a los Jueves Historiográficos, en palabras de la profesora Claudia Rosas Lauro. Los Jueves Historiográficos -que en razón de la actividad programada puede faltar al nombre (pueden darse los lunes como los miércoles, los martes como los viernes)- son una propuesta que los mismos estudiantes de la especialidad de Historia de la PUCP idearon.  El propósito, como se ha dicho al inicio, es la de revisar, debatir, cuestionar y reflexionar la historia a partir de mesas de debate, conversatorios, ponencias, etc. En sus programas, temas como la función del tiempo en la historia, el racismo o la función social de esta especialidad son debidamente tocados. Con el pasar del tiempo, autoridades de la universidad y Centros Federados se han sumado a esta espléndida empresa. Es así que, desde hace un año, los Jueves Historiográficos son el punto de encuentro para académicos, estudiantes y público en general que deseosos están de no dejar intactos temas de su interés.

Como parte del inicio de actividades, la especialidad de Historia invitó a Paulo Drinot, historiador especializado en temas de América Latina de la University Collegue London (UCL), para que toque la presencia del subcontinente americano en la obra del prolífico y gran historiador británico Eric Hobsbawm (1917-2012). La charla de Drinot, que tuvo un lleno total, se dio en la Facultad de Estudios Generales de Letras (EE.GG.LL.) de la PUCP.

Gigantes en el cementerio

El cementerio Highgate, al norte de Londres, es el lugar donde reposan los restos de “varios izquierdistas famosos”. Entre ellos no solo descansa Eric Hobsbawm, sino también el padre del socialismo científico, el autor del Manifiesto Comunista, Karl Marx. Recordando un pasaje de su visita a semejante camposanto, Paulo Drinot cuenta la anécdota que tuvo con su hijo. Este al ver el busto de Karl Marx, inmenso por donde se le vea, dijo: “¡Es un gigante!”. Como gigantesca también fue la obra del historiador marxista, Drinot imagino cómo serían las conversaciones nocturnas de estos dos colosos del pensamiento socialista al cerrarse las puertas del Highgate.

El redescubrimiento de América

La década de 1960 cambió la mirada del ya maduro historiador de Cambridge. El momento trascendental de la Revolución Cubana no solo alteró el velado acercamiento que tenía Hobsbawm por América Latina (mantenía una cercanía con la región pues su tío a ella había viajado junto al primo y a la hermana de Hobsbawm en 1939), sino también del gobierno de su país. En 1962, las autoridades empezaron a profundizar en los estudios sobre América Latina y ya en 1965, se llegaron a fundar 5 institutos dedicados al análisis de esta.

De esta manera, Hosbawm, como intelectual que era, gana una beca de la Fundación Rockefeller y emprende un viaje por América Latina para estudiarla.  La estancia en la región sería una de las más alargadas que tuvo el estudioso. El empeño que tuvo en los estudios históricos y su filiación a grupos de izquierda posiblemente expliquen su gran popularidad en varios países. Ejemplo de ello es cuando, a su llegada a Brasil, fue recibido cual “estrella de rock” (¡Las chicas le pedían besos!). Hobsbawm no solo compartía mesa con Pablo Neruda, Octavio Paz, Oscar Niemeyer, sino era el mismísimo invitado a la casa de Salvador Allende para almorzar en camadería. Hobsbawm, como se ve, estuvo cercanamente ligado a la cultura y a la política latinoamericana. Pero no por ello se consideraba un latinoamericanista. Durante su estaída en América Latina, publicó en revistas especializadas estudios sobre la realidad de los países que pisaba.

Vista la cercanía que mantuvo con América Latina, ¿cómo entender que esta región no ocupe un lugar importante en los trabajos más representativos que realizó? Precisamente ello fue el tema tocado por el profesor Drinot en su presentación.

América en la obra del historiador marxista

Si bien América Latina era la delicia de los historiadores para iniciar estudios de historia comparativa, dada su calidad de “laboratorio de cambios históricos”, esta no fue tocada de una manera primordial por Hobsabawm. Por lo menos no de una manera equitativa a como lo hacía con sus extensas referencias a Europa. Paulo Drinot analiza esto en la tetralogía del historiador: “La Era de la Revolución: 1789-1848” (escrita en 1962), “La Era del Capital: 1848-1875” (en 1975), “La Era del Imperio: 1875-1914” (en 1987) y “La Era de los Extremos” (en 1994), que abarca de 1914 en adelante.  

En “La Era de la  Revolución”, se hacen breves referencias a América Latina. Se ve como una región que solamente sirve a los intereses económicos de Europa pues es la que le envía las materias primas para su naciente Revolución Industrial. En ella –dice Drinot- poco caso se hizo a los procesos revolucionarios de 1830 a 1848. El autor hace referencia al abrazo a ideologías como el liberalismo, las cuales calan en una élite y no en las capas sociales mayoritarias.

En su siguiente obra, “La Era del Capital”, ocurre lo mismo: poco se dice sobre América Latina. A lo mucho, las mayores referencias se dan en el capítulo “Perdedores” (el público rompe su silencio y rompe el silencio con las risas). Aquí Hobsbawm ve a una región predominantemente mestiza, católica y agrícola, la región de “los campesinos de varios colores”. Hay Estados débiles sujetos a grandes comerciantes del extranjero y un auge de la producción de mercancías en la región. El liberalismo y el positivismo, que también ha entrado a la región, siguen sin trascender en las bases de la pirámide social. “La Era del Imperio” contiene los mismos caracteres para América Latina (sitio de países dependientes y destino de diversión para extranjeros). La Revolución Mexicana, que es mencionada en el libro, es vista más como la vulnerabilidad del proyecto imperial que como la propulsión de las masas trabajadoras mexicanas.

Fascismo de causas populares

La cuarta obra de la tetralogía ofrece un análisis del nacimiento de las izquierdas en el continente. Hobsbawm señala que estas nacieron del impacto político de la Gran Depresión más que de los efectos económicos (que Hobsbawm ve como menor a la que vivió América Latina en los 80’s). El impacto tuvo efectos en los gobiernos, que cambiaron de regímenes y la mayoría de ellos se inclinaría por posiciones de izquierda. Sin embargo, es también el momento en que el fascismo es importado desde las ciudades europeas de Roma y Berlín. Drinot explica que esto se debe a tres razones: i) surgimiento en la región de un antiimperilismo antiyankee; ii) la menor influencia de  EE.UU. en la región pese a la política del Buen  Vecino; y iii) el fascismo es visto como una historia de éxito para las clases dirigentes. Ellas, gozosas ante la hegemonía cultural de Europa, hicieron suyos los preceptos del fascismo.

Curiosamente, la influencia del fascismo tuvo un resultado diferente al que se había dado en Europa, indica Drinot. Lejos de aplastar los movimientos obreristas en América Latina, el fascismo los fortalece. El fascismo, dice Drinot, moviliza a los que no tienen nada que perder. Sucede en Colombia y en Argentina, aquí bajo el mandato de Perón.

La guerrilla a medio camino

Siendo el fascismo un movimiento popular, llega el turno de hablar de las guerrillas. Desde 1945, las guerrillas son la principal forma de lucha en América Latina. Hobsbawm entonces se dedica a su estudio y, como sostiene Drinot, llegado el turno de revisar lo ocurrido en Cuba, aquel concluye que tuvo mayor peso la debilidad del régimen de Batista que el propio accionar de los barbudos. El método de gobierno para Hobsbawm transcurre en medio de monólogos y la entrada del Partido Comunista en el poder es, siempre desde la perspectiva del historiador británico, consecuencia de la Guerra Fría que se vive por ese entonces.

Hobsbawm es muy duro en sus críticas al movimiento en guerrilleros y argumenta que están destinadas al fracaso, con excepción de aquellos países que tengan sólidas bases campesinas. El movimiento guerrillero es visto como la iniciativa de jóvenes intelectuales de clase media que tienen una “estrategia espectacularmente mal concebida” y la guerrilla urbana es un golpe más mediático que político-social. Con ellas, las dictaduras se justificaron de entrar al poder, como sucedió en 1960 en Brasil y en 1973 en  Chile por temor a los constantes Frentes Populares.

Yendo por otro lado del análisis de la situación latinoamericana, Hobsbawm vio para el caso del Perú que la Reforma Agraria tuvo más éxito político que económico, pues los campesinos no compartían los objetivos de esta. De otro lado, las movilizaciones del campo a la ciudad dan cuenta del deseo de mejora socioeconómica de la población rural.

Para entender a Hobsbawm

Ahora bien: salvo el análisis del fascismo y los diferentes resultados sociales que se producen en América Latina a diferencia de Europa, parece que Hobsbawm no ha esclarecido muchas cosas. Para ello, Drinot pide poner las cosas en contexto. Si bien la historia del mundo no es la historia de Europa, hay que tomar en cuenta de que son otros los paradigmas. Por ello, no podemos contrastar –dice Drinot- a Hobsbawm con la forma de pensar de hoy, sino más bien debemos señalar la importancia que ha tenido para la producción histórica que este autor haya, si quiera, mencionado a América Latina y sus procesos en su vasta obra.

Por otro lado, es claro  que Hobsbawm se ve influenciado por el paradigma marxista de la “Teoría de la dependencia”, la cual ve al desarrollo de países tercermundistas como la “periferia” del “centro” hegemónico. Los países de la periferia solamente guardarían explicación con lo que sucede en los centros de poder. Si Inglaterra requiere más goma para su industria, las autoridades de los países que forman parte de la Amazonía responderán auspiciosos. En razón de lo dicho, no deben sorprender los juicios que el historiador hace sobre la región.

Por último, el rechazo a las guerrillas de los 60’s y los 70’s, quienes para Hobsbawm son “aventureros irresponsables”, forma parte de la crítica leninista que se hace al “ultraizquierdismo”. En este sentido, cabe mencionar que Eric Hobsbawm formó parte del Partido Comunista y como tal murió, a diferencia de varios contemporáneos suyos que abandonaron la prédica socialista. Como resultado –y así va concluyendo Drinot-, en momentos en que Hobsbawm revisa la realidad peruana en los 60’s, este no entiende cómo la izquierda se opone al régimen de Velasco. Para el británico, sin dejar de lado las particularidades de esta revolución desde arriba, el avance del progresismo en el gobierno – y en el país- era cuestión de tiempo.



10-04-14


miércoles, 9 de abril de 2014

La canción de aquel verano

El mercado estaba lleno por esas horas. Danae se sentía fastidiada. No soportaba aquel lugar: gente, ruido, colas, desechos por el piso. Ella quería llegar cuanto antes a casa. Carlo, para quien su prima era todo, soportaba estoicamente los nada guardados berrinches de su prima.

-No te entiendo, Dana. El mercado puede ser pero la calle es todo.

Ella se sabía su discurso. Pero no miro a los ojos como solía hacer y le espetó:

-Carlo-dijo con gesto desencajado y deteniendo las palabras-¿te apuras?

-No en serio. No te entiendo. ¡Mira!

Danae solo podía ver lo que se ha dicho: gente, ruido, colas, desechos por el piso. Un escolar corriendo detrás de otro.

-Carlo, por favor, compra lo que mi tía ha pedido y vámonos.

Carlo sonrío. Eran diferentes, por supuesto. Pero él no entendía cómo su adorada prima no podía ver lo que él veía. Los estibadores hablando, muriéndose de risa, pachoteando, como se dice. Disfrutando pese a la jornada laboral reservada solamente para los de físico fuerte y a los que desesperadamente buscaban como sea llevarse algo a la boca. Sonaba cumbia norteña y una señora que vendía frutas movía las caderas mientras depositaba en una frágil bolsa el kilo de mandarinas que remataba a solo un sol. En las colas para los cajeros, un chiquillo de gorra blanca y polo azul hacía llorar de risa a la gente con sus ocurrencias mientras, en cuclillas, pasaba una crema saca manchas a los zapatos de los jóvenes que querían lucir bien con el objetivo de que le compren su producto. Un grupo de cinco o seis hijos improvisando un arco con las cajas de aceite y una pelota hecha de papel asegurada con cinta adhesiva sobrante de una librería de por ahí. Nada, él no entendía. Sin ser de esos optimistas tontuelos que andan por ahí, Carlo veía la energía de ese entorno. Un poco sumergido en la informalidad y el desequilibrio pero, pese a ello, con energía.

De golpe dijo:

-Yo he estado aquí antes.

-¿Ah?

-Sí, sí. Me has hecho acordar.

-¿Qué cosa?

-Vine hace como dos o tres años. El mercado estaba igual de lleno. Incluso más. Creo que era diciembre-se detuvo unos segundos y continuó-Sí, era diciembre. Qué aburrido dirás tú. Mercado, lleno completo, los villancicos que taaanto te gustan-dijo mirándola y Danae sonrió-. Era diciembre y me comía las compras de fin de año. Estaba viendo si compraba los cohetecillos para el tío Cacho y conversaba con un vendedor muy gordo que estaba ubicado justo en esa esquina donde está ese patita que vende medias y calzoncillos. Bueno, conversaba de lo más ameno con el gordo cuando le dio como una taquicardia creo.

Danae le agarró cuerda al asunto y comenzó a prestar más atención.

-¿Así?

-Sí, el tío se cogía el pecho, se encerraba. Hasta se cogió de un poste. Y no entiendo pero como que caía de él. Su cara se había ensombrecido. No pude ver más porque se cubrió el rostro con la mano. Era muy loco.

-¿Tanto así? Oye qué raro, Calo.

-Sí, de veras. ¿Y sabes por qué? Por una canción. Momentos antes pusieron esa canción que pasan a cada rato en la radio que escucha el abuelo.

-¿Cuál?

-Mmm... Creo que me sé algo de la letra. A ver... - Y cantó, el chico cantó:

Cómo olvidar tu pelo, cómo olvidar tu aroma
Si aún navega en mis labios, el sabor de tu boca
Cada piba que pase con un libro en la mano
Me traerá tu nombre en aquel verano.
Fuiste mía un verano, solamente un verano.
Yo no olvido la playa ni aquel viejo café
Ni aquel pájaro herido que entibiaste en tus manos
Ni tu voz ni tus pasos se alejarán de mí…

Inexplicablemente, Carlo tuvo un momento de inspiración. Canto con ardor, con sentimiento. Volcó todo lo que sentía en ese momento. Era muy raro, pues generalmente Carlo era un tipo muy reservado. Chistoso pero muy reservado. Un chistoso y reservado que sabía de canto. Una señora colgó el teléfono que usaba, y cuando Carlo terminó, recién dejó salir el aire que guardaba. Danae, más conmovida que sorprendida, lo mismo.

-Chucha. ahora, entiendo al gordo-dijo pensativo mientras retenía aquel instante-. Esa canción me hace acordar a Fátima. Asu…



https://www.youtube.com/watch?v=EK6uSIBmJhA


09-04-14

lunes, 7 de abril de 2014

Estados narcotizados: poder y relevancia de las drogas y acciones de los gobiernos para combatirla

Un evento de gran importancia pero con poco público. “Somos pocos pero somos”. Una estrategia contra las drogas que ha mostrado ser fallida. Estadísticas que ponen los pelos de punta. Procesos sociales que nada ayudan. Debates entre dos personajes especializados en la materia.
El evento de La Colmena
Decir que la sala de grados estaba semillena sería poco más que una generosidad. La verdad que ni la mitad del salón estaba lleno. Es más, como si de un ejercicio de timidez se tratase, la gente fue descansando sus humanidades solamente en las partes de atrás del auditorio, profundizando con ello la sensación de vacío en el espacio. El vate Vallejo fue traído a colación gracias a Antezana: “somos pocos pero somos”, con lo cual dio por terminado cualquier atisbo de queja sobre la falta de público.
La revista La Colmena inició sus actividades en el ciclo con la ponencia “Tráfico ilícito de drogas y rol del Estado”. Para ello fueron invitados dos personajes de gran relevancia en el tema: Ricardo Soberón, jefe de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) al inicio del humalismo y del cual fue espectorado por sus propuestas heterodoxas respecto al combate contra el narcotráfico; y Jaime Antezana, el reconocido investigador en temas de narcotráfico que hace unos meses estuvo en el ojo de la tormenta (no tanto por sus investigaciones sobre narcotráfico desde largo tiempo) por deslizar a los medios que tenía una lista de congresistas ganados por el negocio de las drogas. La denuncia le valió un linchamiento otoronguil y citaciones a los juzgados, del cual nada procedió. Por otro lado, el representante de Devida se excusó de venir al debate a último momento.
Para que hablen se debía de seguir el siguiente orden -o por lo menos tocarlos en sus disertaciones-: i) situación del narcotráfico en el contexto actual; ii) importancia del comercio e influencias sociales en las zonas de producción de hoja de coca y de cocaína; y iii) enfoques y soluciones alternativas para resolver el  narcotráfico. Más apasionante que pesimista, el tema del narcotráfico hizo que ambos ponentes dejen de lado la comodidad de sus asientos y se levanten para hablar con cifras, críticas, conocimientos y estadísticas. Inclusive para que se critiquen recíprocamente.
Se corrigen pero se equivocan
Soberón fue el primero en tomar la palabra. Con barba de tres días, camisa azul y jeans, el ex jefe de Devida comentó las informaciones que había obtenido tras su llegada de Viena por la reunión de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) pocos días atrás. “Por primera vez en cien años las cosas cambian”, dijo. Los foros internacionales se han dado cuenta de que la guerra contra las drogas, tal como está prevista, ha sido un rotundo fracaso. Esto ha motivado un cambio de enfoque.
Muestra del fracaso lo podemos ver en EE.UU., el país que tiene los mayores consumidores de estupefacientes y el que comanda la guerra contra las drogas en el subcontinente americano. Ahí, la población de cárceles federales es de 215.556 personas. De ellas, la mitad ha sido privada de su libertad por ligazones con la droga. Por ello, el fiscal general de ese país, Eric Holder, ha pedido rebajar penas por delitos relacionados a la droga. Con esto, Soberón hizo referencia a la fallida estrategia yankee de reducir la oferta, que no es otra cosa que erradicar los cultivos (“perseguir plantas”). Con ello no se obtiene gran cosa pues la demanda no solo no se ha reducido, sino que, más bien, ha crecido. De acuerdo con tal afirmación, y según las leyes económicas de la oferta y la demanda, el precio de la droga se ha disparado. Por supuesto, los medios de prensa en el Perú no tocan este tema y las autoridades mucho menos. Ellas están más propensas a cómo las arcas del ramo de combate contra las drogas aumentan conforme la cooperación internacional da más dinero. "No quieren soltar la mamadera”.
Soberón lo pone así: de 1000 toneladas métricas de cocaína que se producen mundialmente, 500 toneladas son incautadas por la policía. Pero esta muestra de que la policía “está cumpliendo su trabajo” se va al traste cuando se sabe que los empresarios cortan la droga (rebajar la pureza del producto para obtener mayor cantidad de él y más dinero aún) para restituir las proporciones perdidas. Así, aquellas redadas de la policía contra el narcotráfico que suelen verse en televisión no pasarían –la mayor de las veces- de "actos circenses" frente a esta viveza empresarial.
Estado en mal estado: no ayuda
De otro lado, Soberón refirió que la metodología para categorizar a los adictos a estupefacientes (los usuarios a nivel mundial suman 160 000 millones) dista mucho de ser fiable. Se requiere ahondar más en el tema a la hora de asumir compromisos de investigación.
Y alguien que no está comprometido con la salud de sus ciudadanos es el Estado peruano. Sucede que gracias a Alan García y la Ley 27335 emitida durante su gobierno, las comunidades terapéuticas que tratan a personas a superar su adicción a las drogas han pasado absolutamente a manos privadas. Soberón recordó la tragedia de los 46 muertos calcinados en el 2012 y cómo la falta de regulación e intervención genera estos caldos de cultivo. Aproximadamente son 450 las comunidades terapéuticas, pero solo 4 se han formalizado. Ex adictos y grupos religiosos son los que mayormente llevan las riendas de estos centros.
En cuanto al consumo de drogas, Soberón estima que 12 000 personas son anualmente detenidas en el Perú por posesión de marihuana. Pese a que el consumo no es punible si se posee hasta 8 gramos, según el Código Penal, Soberón denuncia que la policía hace negocios con las detenciones. Una de las "estratagemas" policiales es la que más de uno ha oído: siembran al usuario con más droga de lo normal para chantajealo luego. Sobre el particular. el 60% de los recursos para la lucha antidrogas se destina para detener a usuarios.
Prosiguiendo con el programa, Ricardo Soberón señaló que en 25 años no ha visto un desarrollo alternativo realmente convincente. La pista puede rastrearse hasta las cifras que la cocaína tiene en el mercado mundial, que ya tiene posición de una commoditie importantísima. Eso habla del poder que supone en el globo y de las dificultades existentes para contrarrestarlo. Por ello, podrán darse acciones como la de la región San Martín, en donde se logró erradicar el cultivo de hoja de coca por otros como el café, pero tales escenarios posiblemente respondan a cambios estrategias, pero cambios en el negocio de la droga. En el caso citado, tal hecho ocurrió en un contexto en que los productores de la planta se desplazaban a otro territorio “más acogedor”. Este fue el Vraem. Como dato adicional, cabe mencionarse que el precio del café en ese entonces aumentó internacionalmente y con ello hubo más incentivos para su cultivo.
Para finalizar su exposición, este hombre de ojos saltones estimó que una de las primeras medidas a tomar sería la de reforzar la Unidad de Investigación Financiera (UFI) para casos de lavados de activos y la de crear un organismo que monitoree las desviación de los productos químicos indispensables para la producción de cocaína. Pues para este abogado de la PUCP, fiscalizar los bienes (controlar el ingreso de estos productos al Vraem es físicamente imposible), tal como se viene haciendo, es “un sinsentido del derecho penal”. Añadió, antes de dar pase a Antezana, que entendía por qué no estaba el representante de Devida: “rehúye al debate”. “Es algo que ha venido sucediendo en anteriores foros”, indicó.
El Narcoestado ha regresado
Jaime Antezana luce más delgado que como sale retratado en los diarios. Tiene mediana estatura, cabello negro, gafas y lleva un saco que cubre su también azul camisa. Al igual que Soberón, lleva jeans para mayor soltura. Antezana, luego de recordar a Vallejo, empieza con una primicia digna de titular de periódico: según fuentes cercanas a él, hace pocos días un sector de la élite política del país inició una alianza con magnates de la droga. Su enunciado dio pie a que hable sobre el Narcoestado, el cual el Perú ya ha tenido diversas experiencias anteriormente. La primera a finales de los 70’s, con el hijo de Remigio Morales Bermúdez y alguno que otro funcionario de Belaunde que fue rápidamente destituido. La segunda entre 1991 y 1996, bajo la dictadura de Fujimori, tiempo de “narcoaviones”, “narcobuques” y “narcohelicópteros” y de relaciones con lo militares y carteles colombianos. El tercer momento ocurre bajo el mandato del cholo sano y sagrado Alejandro Toledo. En él, se habrían dado relaciones del poder político con clanes del mundo pesquero (transporte marítimo de la droga). Antezana se detiene aquí y exclama que en este punto todavía hay mucho pan por rebanar.
Antezana, quien es filósofo salido de las aulas de la universidad La  Cantuta, da otro rasgo de la situación del narcotráfico en el país. Varias investigaciones de la ONU, la DEA y Macroconsult, llegan a la conclusión de que producimos actualmente entre 420 y 500 toneladas de cocaína. A su turno, la FIJE estima que la reducción de la producción de hojas de coca no ha tenido efecto alguno en la elaboración de cocaína pues esta no requiere de tanta planta para dar resultados.
Este crecimiento del cultivo y la producción de la droga dan cuenta, como se ha dicho y como es claro, de que es un negocio rentable y por ello poderoso. Los barones de la droga no son ajenos a esto y han buscado en la política la forma de extender sus dominios. Antezana estima que la narcopolítica del XXI empezó en el 2006 y ciudades como Apurímac, Loreto, San Martín, etc., sufren de tal problema. En ese sentido, si antes los congresistas servían de operadores políticos, el investigador y autodidacta ve un cambio: ahora son los mismos narcoempresarios los que quieren incursionar en la política. Clubes deportivos del Descentralizado peruano sirven de fachada para estos intereses-por ejemplo-, pues en estos momentos tienen entre sus socios o presidentes a personajes ligados al narcotráfico. Los “líderes deportivos” van generando identidades colectivas con lo que ya tienen varios votos garantizados. Poco importan las formalidades de las hojas de vida: Antezana prevé que en este año electoral, serán 12 las regiones que presenciarán a narcocandidatos en comicios electorales.
Ya no terrorismo, ahora narcoterrorismo
El narcoterrorismo ha sido una de las especialidades de Antezana. La violencia política empieza el 17 de mayo de 1980 y termina el 19 de julio de 1999. Tras ello se vivió un proceso de relativa paz hasta que se reanudó nuevamente el proceso de violencia a la que Antezana llama la narcoviolencia, que data desde el 2002 y de la que es responsable el clan de los Quispe Palomino, antiguos combatientes de Sendero. Estos, entre 2003 y 2013 han realizado 120 bajas a las FF.AA. y a la Policía. Por eso, Antezana llama a tales acontecimientos  resueltamente como Guerra de la cocaína. La exposición del especialista finaliza cuando habla sobre propuestas para combatir al narcotráfico: controlar los insumos físicos y perseguir el lavado de activos, en lo que Antezana llama una estrategia de integralidad.
Réplicas: narcoestados y legalizaciones
Las exposiciones personales ya terminaron y ahora se da inicio a las réplicas, que tienen mucho que ver pues Antezana ha cuestionado varias cosas que dice Soberón en los diferentes tópicos que han tocado. Para Soberón se le hace difícil entender los límites conceptuales de un narcoestado. Pero Antezana responde que este ocurre y nuevamente trae a colación lo que sabe sobre la alianza entre el poder político y un sector del narcotráfico.
El ejemplo de Uruguay es saludado por Soberón, el cual habla de que según estadísticas en países que se ha abierto consumo –como es el caso de Portugal con la heroína y Holanda y Colorado con la marihuana- inicialmente las cifras de consumo se han alzado un poquito para luego retornar a una curva normalizada. Por supuesto, es necesario un debate de por medio para analizar las condiciones sociales y culturales de cada región. Esto es aprobado y promovido por estos dos especialistas. Sobre propuestas de legalización, Antezana apuesta por la legalización internacional y da pruebas para ello. Tiempo después en que en Uruguay se legalizó la marihuana, en Yochegua (Vraem) apareció un inusitado número de producción de marihuana. Por lo tanto, Antezana argumento que las soluciones de legalización deben de ser de un trabajo conjunto entre Estados sino se quiere que algunos Estados acaparen drogas por temas de legalización. Dijo además que hay que tener mucho cuidado de que pronto seamos un sólido productor de marihuana o amapola. Ya se están produciendo esos cultivos y no faltaría mucho para que la magnitud de la producción crezca aún más. De ser así, nos veríamos en serios aprietos. Más de los que ahora tenemos.


01-04-14