Y es que tras las elecciones de
abril, donde resultó vencedor Maduro por un estrecho margen frente a Capriles,
las divisiones en la sociedad venezolana se han exacerbado a tal punto que la
violencia alcanza picos muy altos (es de recordar los altos índices de
violencia en la sociedad de la vinotinto). La caldeada oposición venezolana, harta de chavismos, pugna por
acabar de una vez con este régimen de gobierno que algunos científicos sociales
llaman “autoritarismo competitivo”.
La problemática venezolana ha
trascendido límites. Latinoamérica, ganada en varias oportunidades por la
verborrea del chavismo, es la plaza donde los países se juegan su partido
aparte a la hora de definir posiciones en cuanto al gobierno de Maduro. En esta
oportunidad, el colectivo “Juventud x la democracia”, que reúne a diferentes
agrupaciones políticas contrarias al chavismo, convocó a un evento en nuestro
país que tenía el elocuente título de “La decadencia del socialismo del siglo XXI”.
El conversatorio, que fue en el
salón 318 de la facultad de letras en la PUCP, tenía gran importancia para la
comunidad universitaria: días atrás se habían formado varios debates en torno a
la muy susceptible temática de la actividad. Apristas, miembros de la izquierda
peruana, pro-cubanos, pro-chavistas e independientes ofrecieron sus opiniones
distintas. Felizmente, fueron contadas las ocasiones donde se llegaron a los
agravios.
Con esta antesala digna de un
partido de fútbol, la actividad sonaba prometedora. A las 6: 30 pm –recordemos
la hora peruana- el salón ya estaba lleno. No obstante, la reunión del análisis
coyuntural venezolano recién empezó a las 7: 00 pm.
William Dávila, diputado
venezolano por Acción Democrática; Rafael Miyashiro, secretario general del
rejuvenecido PPC; Jorge del Castillo, secretario general del APRA (en un
principio Mauricio Mulder sería quien vendría a representar al partido de la
estrella); Ángel Delado, miembro del comité Amigos de Venezuela; y Paulina
Facchín, coordinadora del Comando Simón Bolívar-Perú fueron los ponentes
invitados.
Uno a uno, fueron expresando sus
opiniones sobre la situación venezolana. Desde el lado peruano, las ponencias
iban desde el comparativo Perú-Venezuela, sobre cómo aquí la libertad permite
el goce de determinadas posibilidades y en cambio allá no (fue muy recurrente
el ejemplo de la falta de papel higiénico en Venezuela) hasta los señalamientos
del fraude perpetrado por Nicolás Maduro. Las alocuciones estaban ganadas por
el optimismo que recae en nuestra economía. Paulina Facchín y Wiliam Dávila,
venezolanos ambos, fueron más puntuales en sus exigencias de libertad para
Venezuela, por lo mismo que son exiliados de ese país. Facchín, joven
venezolana de rubios cabellos, dio gracias por el recibimiento de tierras
peruanas y reprodujo un video de la agrupación “#Venezolanosdetitanio”. El video,
acompañado de una “empilante” música pop y de una letra de protesta, mostraba
imágenes del actual y preocupante
acontecer venezolano. William Dávila, probablemente la mejor representación de
lo que vive la oposición en Venezuela (fue agredido por oficialistas en la
Asamblea Nacional), cerró la noche. Este empezó con un recuento histórico de
las vivencias políticas de su país desde antes de la entrada al gobierno de
Chávez. Habló sobre partidos venezolanos, marxismo, izquierdas y derechas y, al
igual que Facchín, agradeció la acogida del Perú. Cerró su intervención del
siguiente modo: “La revolución más fructífera es la democracia”.
Como se dijo en un inicio, este
conversatorio llevaba tras de sí muchas posiciones encontradas. Esto no fue
reflejado durante las ponencias y solamente algunas batidas de aplausos
imprimían el ánimo buscado. Todo cambio al cierre del debate. Minutos antes de
darse por finalizado, tres estudiantes de la universidad exigieron que se les
diese la oportunidad de cuestionar lo que desde la mesa principal se decía.
Esto fue impedido por el moderador que culminó efusivamente el evento. Acto
seguido, producto de la legítima indignación de los estudiantes, un
considerable sector del salón se
arremolinó en torno a los estudiantes que se preguntaban por qué no les dejaban
hablar. Los coordinadores del evento justificaban el proceder pues “la universidad
los estaba botando”, a la vez que repetían que el evento había surgido como una
ponencia. El diputado Dávila-comentaron también- había insistido en que se dé una
esclarecedora ronda de preguntas, pero el tiempo apremiaba a que se cierre el
evento. Para ese momento eran las 9 y no habían indicios de que los correctos
sheriff`s busquen dar por terminado a como dé lugar el evento. Eso, decían
otros estudiantes que se sumaron a los iniciales que pedían preguntar, no era
obstáculo alguno para que se desarrolle el debate pues ya había sucedido antes
en situaciones similares. Además- continuaron ellos- en el evento de Facebook
se decía que era un foro abierto (del debate virtual al debate real).
Representantes de la organización dijeron que debido a lo tardío de iniciado el
evento no se podía dar. Se armó un pequeño intercambio de palabras, que si bien
era acalorado, versaba sobre el por qué no se permitía hablar.
A las afueras del salón, un miembro de
una de las agrupaciones venezolanas, se acercó a los visiblemente fastidiados
estudiantes para saber acerca de las preguntas que iban a formular. Una de
ellas era muy pertinente para peruanos como para venezolanos: en medio de los
ponentes se encontraba Jorge del Castillo, primer ministro de García, y que
salió del gobierno por sonadas irregularidades de su etapa como premier. A su
vez, la remembranza de los actos de corrupción durante el segundo gobierno de
García, las muertes de Bagua, la Megacomisión y sus investigaciones, entre
otras perlas devinieron en escepticismos. Es decir, el frente venezolano que
anhela el retorno de la democracia no tenía precisamente en el APRA a un adalid
demócrata.
Los cuestionamientos fueron variados y
los organizadores aseguraron la concreción de un próximo evento donde se debata
y rebata la diversas posturas en torno a Venezuela. Esto dejo más tranquilos al
grupo de estudiantes. El día de hoy se dará otra conferencia en la Universidad
Villareal. Personas relacionadas al evento aseguraron, vía Facebook, que la
situación de ayer no se repetiría y que sí habría oportunidad de rebatir
argumentaciones.
Fuente: El Comercio, La República, La
Primera
31-05-13
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