miércoles, 19 de junio de 2013

Desinterés por la práctica medioambiental


Estamos ya a mitad del año y un inusual sol se hace presente por estos días. Anteriormente, esto sería motivo de una sutil curiosidad, un desbalance atmosférico, pero hoy no parece ser así. Es correcto decir que hemos tenido nuestros propicios días nublados, pero de un día a esta parte el sol ha estado fatigando con sus rayos y desordenando las temperaturas corporales de cada quien. Es un fenómeno poco común.

El asomo de estas líneas se inclinan a pensar que esto se debe a una actividad que ya es por todos conocida. El calentamiento global, el efecto invernadero, la contaminación siguen ocasionando sus graves efectos y como consecuencia la naturaleza sufre. En su intento de estabilizar el mundo, la madre tierra arrecia con catástrofes, sequías, terremotos e inundaciones, entre otras muchos caóticas depuraciones. Se la está cobrando.

Mientras tanto, las sociedades no parecen sentirse aludidas. Cada país o grupo social viene sufriendo los estragos de tales desastres naturales pero los gobiernos no hacen nada al respecto. El índice de la temperatura global viene en aumento y esto se debe a la explosiva proliferación de gases de efecto invernadero producto de la industrialización magnificada.

Los gobiernos, en nombre del protocolo, establecen figuras legales, compromisos pero queda claro que eso es un rotundo saludo a la bandera. Hace unos días los poderosos países industrializados –más Rusia- conocidos como el G8 se reunieron para debatir y analizar el acontecer internacional. Lo más sonado del asunto fue que disertaron sobre la salud económica de los países y los perceptibles síntomas de recuperación; así como la inestable y trágica situación de Siria. En lo que respecta a economía incluso esto se encuentra a la espera de pruebas fundadas porque así no lo dicta la realidad social de los descompuestos países de Europa. Retomando el tema, hay escasos indicios de que se haya tocado el tema de políticas medioambientales. El tema medioambiental no es con los poderosos. Incluso, estos instan a aplicar concienzudamente estas políticas a los países en vías de desarrollo. Una cruel paradoja.

Tom Wolfe, del Financial Times, postula que se elabore un plan alternativo que concilie el interés de las sociedades por el cuidado del medioambiente sin que este se ampare en el fatalismo del inextricable devenir ambiental. Más bien, el plan debe estar apoyado en estrategias que sean radicalmente distintas-esto es, mejores- a las que actualmente se usan, de modo que sean atractivas y rápidamente asumidas por los gobiernos.

A decir de José Ambrozic, estamos ante tres clases de ecologías: la inhumana, la antihumana y la humana. La inhumana es la que vivimos; donde la voluntad de poder (legada por Nietzsche) sustenta nuestras posiciones del dominio de la naturaleza; la interrupción de la ética protestantista estudiada por Weber que dice que el esfuerzo en el trabajo es una loa al Señor; y la muy voceada narrativa de los liberales que refiere una vida de derechos mas no de compromiso ni obligaciones: todas ellas nutren la vocación egoísta del hombre y el deterioro tanto del ecosistema como de los propios hombres. Así las cosas, uno se pregunta que de sorprendente tendría la ecología antihumana. Sobre la humana, las comunidades indígenas, por dar un ejemplo, pueden darnos las mejores lecciones. 

Un dilema ético, económico, sociocultural es el que nos presenta el actual estado del mundo. De momento, motiva saber que en determinadas partes del mundo (Turquía, Brasil, España, Grecia, etc.) las protestas apuntan al cambio de gobiernos. No serán similares a los movimientos sociales de otro tiempo (en cuanto a la efectividad de posible cambio), pero es de gran reconocimiento que se opongan y actúen frente a lo injusto.


Pd: Me vaciló el enfoque de Ambrozic, sin embargo, revisando un poco de su vida me enteré que estuvo metido en prácticas religiosas reñidas con la moral y, precisamente, se asemeja mucho a las prácticas que él critica. De todos modos, se seguirá investigando.


19-06-13  

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