domingo, 16 de junio de 2013

Domingo de arte, calle y elegancia

Pura fiesta, puro esfuerzo y puro goce. Este último fin de semana se realizó con mucho éxito el segundo Festival Internacional de  Culturas Urbanas (FICUS) en el céntrico Parque de la Exposición. El “Pura Calle”, como lo bautizó Vania Masías, tenía como fin reunir a toda la gama de expresiones artísticas urbanas para su apreciación y se encuentra enmarcado en la promoción de valores tales como el respeto, la paz y la creatividad, como se aprecia desde el portal web del evento. 

Vania Masías, organizadora del evento con una respetable y reconocida trayectoria en el mundo artístico, ideó el festival para continuar con sus labores de ayuda a jóvenes de bajos recursos mediante el arte. En la escuela que dirige, D1, se reúnen todas las Limas. Los chicos que hacen acrobacias en las calles de Lima fueron los primeros en los que Vania Masías echó la mirada y a quienes invitaba a su academia de baile. Luis Carrera, bboy y que además ha representado internacionalmente al Perú en competiciones de breakdance, es uno de ellos. Actualmente, Carrera labora con Masías y próximamente dirigirá un programa de inserción artística en la zona de la Parada.

Calle para todos los gustos

Elevadas rampas especialmente acondicionadas permitían la práctica de skate y BMX. Del mismo modo, los espacios al aire libre donde encandecidos jóvenes desafiaban los límites del cuerpo al dibujar las más complicadas maniobras corporales en un círculo cerrado, suscitaban el considerable aprecio del espectador. El graffiti era un elemento infaltable en esta puesta. No hubo mejor idea que traer a dos de los más reconocidos artistas de esta placa, Entes y Pésimo, para que dieran rienda suelta a su imaginación. Poco a poco, decenas de latas de spray, bajo la prodigiosa mano de los artistas, ofrecían toda una vastedad de mensajes. El público miraba satisfecho.

Las secciones de baile se encontraban alrededor de la plaza central del Parque. En cada una de ellas la pegajosa música disco, tan característica en los inicios del movimiento Hip Hop, se dejaba oír con mucha fuerza. Bailarines diversos entregaban lo que mejor sabían hacer y el público aplaudía y vitoreaba satisfecho. Jovenzuelos disputaban el estrecho espacio a punta de piruetas imposibles. Hubo un momento en que la juventud no era algo exclusivo de la edad: un padre de familia decidió recordar viejos tiempos y se lanzó al ruedo. Fue un momento explosivo que sorprendió gratamente a quienes vieron aquello.

El momento estelar de la noche era la competición de b-boys y de freestylers. Ello en el imponente anfiteatro situado cercanamente a la Vía Expresa. La cola era sumamente larga y tranquilamente hubiera ahuyentado a cualquier impaciente. No obstante, como se apreciaba, miles de jóvenes se volcaron a hacer su cola. Los chicos de seguridad tuvieron sus 15 minutos de dolor de cabeza cuando los colones de siempre quisieron hacer de las suyas.

El anfiteatro lucía un lleno totalmente espectacular. Algo para resaltar era que el pago para entrar era de solo un nuevo sol. Es interesante al recordar precios de entrada como el de Mistura.

Aproximadamente a las 7 de la noche empezaron las semifinales de breakdance. Hecho que concitó la atención del público. Los juegos de luces, la implacable música y las profesionales piruetas de las crews, mantuvieron obnubilada a la platea. Era emocionante ver la batalla de crews, cada una debidamente coordinada para resaltar lo mejor del repertorio y lidiar con el rival.

Sin embargo, lo mejor-como siempre- vino al final. El momento del rap, la parte musical del Hip Hop, desató el delirio entre la gente. La entrada del grupo Radikal People levantó a todos de sus asientos, lo cual, si bien se había dado momentos atrás, solamente había sucedido en casos puntualísimos. Con el rap fue muy distinto: todo el auditorio se levantó y sacudía rítmicamente la mano derecha al aire. Una desbordante pasión multitudinaria interactuaba espléndidamente con la voz grave de Raper One, uno de los integrantes de Radikal People. Era una locura.

Y aunque solo dedicaron tres cortas canciones, eso fue suficiente para mantener en un frenético vilo a los extasiados asistentes. Luego Las Damas, duo femenino de las raperas Sky Sapiens y Prinz presentaron lo mejor de sus trabajos en rap. Fue muy llamativo cuando Sky Sapiens improvisó una letra en contra del machismo al cierre de su presentación. El público estaba constituido mayormente por hombres. El rap conciencia entraba a obrar.

El plato fuerte, evidentemente, fue la batalla de freestyle. Ocho rimadores hicieron de la tarima el campo de batallas por excelencia. Buena calidad y el toque de temas de coyuntura fueron las cosas más resaltantes de la beligerante velada. Desde el jueves de pavita, el partido de Perú con Ecuador hasta la película Asu Mare; se demostraba lo mucho que los freestylers estaban compenetrados con la realidad. Las respuestas punzantes y desestabilizadoras elevaban al ya de por sí excitado público. El duelo entre  Capone y Raki, dos hábiles improvisadores, probablemente fue una de los mejores por el nivel de rimas y la utilización de temas para salir bien librados de las pullas. Las pifias también hicieron sentir el poder del público ante algún exponente que no estaba a la altura de las circunstancias.  

La noche avanzaba y la tímida garúa buscaba ser parte del espectáculo. A las 10:30 pm ya parte del público se retiraba, en tanto que la cuota de suspenso para saber quién era el mejor freestyler no se hizo esperar. Carlitos Mc, agresivo freestyler, resultó victorioso finalmente en una noche inolvidable donde el Hip Hop y la vocación social fueron los invitados estrella.


13-06-13

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