Vania Masías, organizadora del
evento con una respetable y reconocida trayectoria en el mundo artístico, ideó
el festival para continuar con sus labores de ayuda a jóvenes de bajos recursos
mediante el arte. En la escuela que dirige, D1, se reúnen todas las Limas. Los
chicos que hacen acrobacias en las calles de Lima fueron los primeros en los
que Vania Masías echó la mirada y a quienes invitaba a su academia de baile.
Luis Carrera, bboy y que además ha representado internacionalmente al Perú en
competiciones de breakdance, es uno de ellos. Actualmente, Carrera labora con
Masías y próximamente dirigirá un programa de inserción artística en la zona de
la Parada.
Calle para todos los gustos
Elevadas rampas especialmente
acondicionadas permitían la práctica de skate y BMX. Del mismo modo, los
espacios al aire libre donde encandecidos jóvenes desafiaban los límites del
cuerpo al dibujar las más complicadas maniobras corporales en un círculo
cerrado, suscitaban el considerable aprecio del espectador. El graffiti era un
elemento infaltable en esta puesta. No hubo mejor idea que traer a dos de los
más reconocidos artistas de esta placa, Entes y Pésimo, para que dieran rienda
suelta a su imaginación. Poco a poco, decenas de latas de spray, bajo la
prodigiosa mano de los artistas, ofrecían toda una vastedad de mensajes. El
público miraba satisfecho.
Las secciones de baile se
encontraban alrededor de la plaza central del Parque. En cada una de ellas la
pegajosa música disco, tan característica en los inicios del movimiento Hip
Hop, se dejaba oír con mucha fuerza. Bailarines diversos entregaban lo que
mejor sabían hacer y el público aplaudía y vitoreaba satisfecho. Jovenzuelos
disputaban el estrecho espacio a punta de piruetas imposibles. Hubo un momento
en que la juventud no era algo exclusivo de la edad: un padre de familia
decidió recordar viejos tiempos y se lanzó al ruedo. Fue un momento explosivo
que sorprendió gratamente a quienes vieron aquello.
El momento estelar de la noche
era la competición de b-boys y de freestylers. Ello en el imponente anfiteatro
situado cercanamente a la Vía Expresa. La cola era sumamente larga y
tranquilamente hubiera ahuyentado a cualquier impaciente. No obstante, como se
apreciaba, miles de jóvenes se volcaron a hacer su cola. Los chicos de
seguridad tuvieron sus 15 minutos de dolor de cabeza cuando los colones de
siempre quisieron hacer de las suyas.
El anfiteatro lucía un lleno
totalmente espectacular. Algo para resaltar era que el pago para entrar era
de solo un nuevo sol. Es interesante al recordar precios de entrada como el de
Mistura.
Aproximadamente a las 7 de la
noche empezaron las semifinales de breakdance. Hecho que concitó la atención
del público. Los juegos de luces, la implacable música y las profesionales piruetas
de las crews, mantuvieron obnubilada a la platea. Era emocionante ver la
batalla de crews, cada una debidamente coordinada para resaltar lo mejor del
repertorio y lidiar con el rival.
Sin embargo, lo mejor-como siempre-
vino al final. El momento del rap, la parte musical del Hip Hop, desató el
delirio entre la gente. La entrada del grupo Radikal People levantó a todos de
sus asientos, lo cual, si bien se había dado momentos atrás, solamente había
sucedido en casos puntualísimos. Con el rap fue muy distinto: todo el auditorio
se levantó y sacudía rítmicamente la mano derecha al aire. Una desbordante
pasión multitudinaria interactuaba espléndidamente con la voz grave de Raper
One, uno de los integrantes de Radikal People. Era una locura.
Y aunque solo dedicaron tres
cortas canciones, eso fue suficiente para mantener en un frenético vilo a los
extasiados asistentes. Luego Las Damas, duo femenino de las raperas Sky Sapiens
y Prinz presentaron lo mejor de sus trabajos en rap. Fue muy llamativo cuando
Sky Sapiens improvisó una letra en contra del machismo al cierre de su
presentación. El público estaba constituido mayormente por hombres. El rap
conciencia entraba a obrar.
El plato fuerte, evidentemente,
fue la batalla de freestyle. Ocho rimadores hicieron de la tarima el campo de
batallas por excelencia. Buena calidad y el toque de temas de coyuntura fueron
las cosas más resaltantes de la beligerante velada. Desde el jueves de pavita,
el partido de Perú con Ecuador hasta la película Asu Mare; se demostraba lo
mucho que los freestylers estaban compenetrados con la realidad. Las respuestas
punzantes y desestabilizadoras elevaban al ya de por sí excitado público. El
duelo entre Capone y Raki, dos hábiles
improvisadores, probablemente fue una de los mejores por el nivel de rimas y la
utilización de temas para salir bien librados de las pullas. Las pifias también
hicieron sentir el poder del público ante algún exponente que no estaba a la
altura de las circunstancias.
La noche avanzaba y la tímida
garúa buscaba ser parte del espectáculo. A las 10:30 pm ya parte del público se
retiraba, en tanto que la cuota de suspenso para saber quién era el mejor
freestyler no se hizo esperar. Carlitos Mc, agresivo freestyler, resultó
victorioso finalmente en una noche inolvidable donde el Hip Hop y la vocación
social fueron los invitados estrella.
13-06-13
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