martes, 12 de febrero de 2013

Enfermedades de salud, enfermedades económicas


Un reciente estudio de la OIT encargado por EsSalud dio cuenta de una realidad  más que indignante: enfermedades como el cáncer, sida, psiquiátricas, de insuficiencia renal, reumáticas y no comunes tienen las medicinas más caras del mercado. Por disposición de los laboratorios, el costo de los medicamentos incrementa entre 150% y 1,000% a la hora de que el Estado las compra.
En el tránsito de la aduana a los hospitales de EsSalud, los medicamentos alcanzan precios exorbitantes. Por ejemplo-uno de los tantos-, Paricalcitol, inyectable para la prevención y tratamiento de pacientes con insuficiencia renal, a la hora de ser importado cuesta S/. 11,5; a su vez, EsSalud lo adquiere por la aparatosa cifra S/. 82,41. Todo un atropello para el asegurado.
Una suerte de explicación para lo descrito son los oligopolios asentados en ciertos productos; ciertamente, en las enfermedades más perjudiciales para la salud, sostiene la presidente ejecutiva de EsSalud, Virginia Vaffigo. La hegemonía y abuso de las farmacéuticas, entonces, pone en una situación menor al Estado. ¿Intentos de mejorar la salud de las personas? Nada de eso. Ánimos de lucro solamente.
Para empeorar el panorama, EsSalud administra con mayor preponderancia tratamientos de cáncer y diálisis en el Perú (73% Y 90%, respectivamente). Vemos, así, la gran cantidad de afectados por la ambicia de unas cuantas multinacionales. Además de la desfalleciente atención recibida desde el Estado en cuanto a salud, medicinas con altísimos costos: bastaba más. No se niegue el golpe que significa llevar una enfermedad en el aparato estatal: es un infierno.
Se aprecia un ataque desde dos flancos: primero el Estado obvia invertir en Salud (por no hablar de infraestructura y educación) y, segundo, las canallas farmacéuticas imponen precios inaccesibles para los paciente. La naturaleza generalmente mortal de las enfermedades mencionadas recrudece esto ùltimo. Puedes morir y no importa. Dinero es salud, hermano. Y ni eso. Los hospitales de la Solidaridad son mejor destino que un Hospital de EsSalud. ¿Para eso se descuenta al asegurado?
Virginia Vaffigo, al parecer, tiene intenciones de revertir la situación. Plantea que ante la negativa de las farmacéuticas de no reducir sus precios, el Estado acudirá a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para tercerizar compras y alcanzar una mejor negociación. Entendiendo que es el Estado, lo mejor será ver qué sucede en concreto.
Claramente existe un problema de fondo. No importa para nada que enfermedades tan mortíferas arrasen con la salud y degraden la humanidad. Lo fundamental aquí es obtener la mayor productividad, pese a jugar con algo tan delicado como la salud. En tiempos que el cáncer cunde, por ejemplo, leyendo la situación con ojos económicos –esa que tanto gusta hoy en día-la ley económica demandaría reducir precios de las medicinas dada la cantidad de personas aquejadas (¿O eso no ocurre con la depreciación del dólar? Ustedes saben: mayor ingreso de dólares, menor coste de este en moneda nacional. Uy, aquí sí que todos se horrorizan). Pero nada de eso. Las farmacéuticas, como las empresas de transporte interprovincial que suben sus pasajes en feriados largos, utilizan esa misma lógica. Aunque, claro, los servicios sean inmensamente distintos. Estamos ante otro caso de la perversa concentración de poder.
Hace poco Liuba Kogan, investigadora social de la Universidad Pacífico, hablaba sobre las sugestiones que causaba en la sociedad males como, justamente, el cáncer o el sida. Los efectos que causan en la vida del hombre imprescindiblemente llevan a que los que tienen buena salud se atemoricen ante estos males. Cabe esperarse que lo informado aquí forzosamente colaborará en ese miedo. Inevitable para todos, por cierto.
Cáncer y Sida fueron apodos para dos políticos en una coyuntura electoral crucial en el 2011. Sabemos la caótica polarización causada. Estamos, de nuevo, en una discusión lamentablemente similar: ¿Qué es peor: las enfermedades o quienes buscan “curarlas”?
(Para mejores precisiones: aquí el link: http://m.gestion.pe/movil/noticia/2058827 )

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