Agradezco mi flojera
Mi desinterés
Mis ganas de tirarme contra el asiento
Y apoyar la cabeza en la ventana
Gracias señora policía
No por arrestarme
Sino por hacerme entender
Que soy yo quien debe siempre
Pasarle la voz al conductor
Decirle: “Puente baja”
Porque gracias a su presencia en la puerta
Sentí que bajaría en mi paradero
Cosa que no fue así
El carro siguió su camino
Y yo y mis pies sentimos: “Es hora de latear”
Pero me bajé con una sonrisa
“Quizá sea bueno caminar”
Pero… no solo es bueno caminar
Sino encontrar
Porque en esa vernácula rapsodia
Que este bigotón le iba a robar
Me encontré con el péndulo amigo
De igual look que el mío
“Feri…!”
Y el abrazo que siempre nos damos
Pues…
Volvió a darse al cabo de meses, serán años
¿Han visto las pelotas de ping pong?
Nosotros nos convertimos en pelotas de ping pong
En el lapso que es El puente con La Mar
Abrazo, sonrisa
Una quinita
Y plática del amor pasajero
Nos hemos jurado pasarla bien el sábado
Y así será.
Lo despido al tipo del mismo moño que el mío
Lo despido al tipo del mismo moño que el mío
También me encuentro con una artista
Que camina como un soplido
Encoge los hombros
Signo de su timidez vocacional
Camino adentro
Resolviendo dudas
Y haciendo sonar mis suelas en rotunda retirada
Entro a mi pabellón
Veo dos sombras a las que,
Con una acción, mi cuerpo
Es aturdido en luz
Luego, por los pastos,
Una espalda de cuadrados colores
Me dice: “Es el enfermo”
Y lo es
Hay que ver nomás cómo el canto lo ha explorado
Y el verbo ha hecho de él un profeta de
Exigua propaganda
Más le pesa, siempre,
El corazón
Frente a él hay una niña
De cabello unánime
Sus ojos son dos puntos
Y su sonrisa algo que repele a la malicia
Le doy una palmada
Ella me pide un abrazo
Sobrecogido se lo doy
Me lanza un resoplido: ¿Qué es lo que tienes?
Yo le pregunto a mi profe más tarde
“¿Hay gente que puede hacer llorar con un abrazo?”
Me siento consternado con mi nuevo superpoder
Ay… niña que llora
Ay… niña que ha dejado de amar
Ay… el compartir sin calor la cama
Ay… la lluvia
Dejo a la familia
En medio de poemas y proclamas
Los dejo
Me han llenado de vida
Gracias…
Gracias señora policía por todo
Gracias flojera y asiento
Gracias…
Pero…
Pero no gracias al teléfono
Llamada interrumpida
Voz sobrecogida
Desaliento y pertinencia
Pues
Como el poema
“Pero no llamas”
Y yo sí llamo
20-02-15
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