viernes, 4 de octubre de 2013

“Estoy aprendiendo, a cocachos, que el periodismo es cosa seria”



Su habitación apenas está iluminada. Cree que corriendo la cortina el aire dejará de entrar. Solo una cornisa cubre la rara ventana que solo abriéndose permite ver el exterior y viceversa. La otra permite que pase la luz. La habitación se ve incómoda. Hay un gran mueble que dio allí porque si seguía en la sala, los muebles terminarían gobernando la pequeña pieza. “Hay que aflojar”, dijeron sus hermanos mayores. Qué mejor que tener un mueblote propio. Y ahí se encuentra en su pequeño cuarto; sirviendo generalmente para tirar la ropa que de otra forma estaría mezclada con la sucia que está en el balde y rebosando. Él siente que le da igual la distribución de cosas en su habitación, pero en realidad cada vez que pueda se va a un lugar más abierto. También siente que tiene una deuda con la pila de periódicos que su lectura esperan. “Es que no hay tiempo”, dice Guillermo Antúnez mientras ojea las pachotadas que en el Facebook publican sus amigos y ciberamigos.  

-Cuéntame lo del trabajo.

Puucha. Es bien difícil pero fue una bonita experiencia. Me he levantado cerca de las 4:55 de la mañana y, durante tres días –contando hoy- no he tenido sueño. Eso es bacán. En las próximas semanas, cuando me cure esta vaina (aspira e inspira y se escucha un ronquido en su pecho: síntoma de su avanzado estado de gripe), voladito me voy a correr. (Señala el parque que está enfrente, donde dos perros juguetean y un niño patea un balón venciendo al padre que hace de arquero)

-Te gusta estar activo..

Sí, pilas, un poco que hago lo mío. Parece que por eso no me pasaron hoy.

-¿Cómo así?

-Viejo, ¡en esa agencia pedían que transcriba tal como estaba el texto de los periódicos! ¿Para eso estudia uno periodismo? Para ser sincero no es tan difícil el periodismo, en realidad es lo opuesto. Creo que fue un error meterme a la Bausate pero a lo hecho pecho. Sin embargo, ¿un estudiante de periodismo entra a pagar sus derechos de piso de esa forma? Me parece muy cojudo. Era horrible. Cada  vez que intentaba “voltearlo”, como se dice en la jerga periodística, me decían que no lo haga, que lo ponga tal como estaba en el bendito periódico. ¡Jodidazo! Semanas atrás me había embutido con links y links de portales de periodismo. Entre ellos recuerdo a un cronista colombiano que ahorita se me ha ido su nombre que citaba cómo Gabo (Gabriel García Marquez) producía sus reportajes, como los contextualizaba y, a partir de eso, las distancias se rompían entre el lector y la información. A mí me pareció buenísimo e intente aplicarlo. Tanto así que tuve la buenísima suerte de encontrar un libro fotocopiado al que le faltan algunas páginas de Gabo que era sobre su chamba periodística. Realmente bueno.

-Otro tipo de periodismo al que estamos acostumbrados entonces..

-Exacto. De esa línea también es el bigotudo Caparrós. No lo he leído tanto pero es como una eminencia en la crónica latinoamericana. Curiosamente, él ha escrito una crítica contra la crónica en el sentido más ruin de la crónica, o comercial como la están queriendo ver ahora si se quiere.

-Regresemos al incidente. Me has contado que lo que pedían básicamente eran transcriptores más que redactores o periodistas. ¿No te parece desproporcionada una generalización sobre este trabajo puntual y tus opiniones sobre el periodismo?

-¿Cómo, cómo?

-De repente lo que ellos buscaban era eso: transcriptores y no redactores. Quizá te equivocaste de lugar.

(Piensa) Puede ser. Pero, mira, esas notas se van a publicar en sus páginas web, van a ser vistas. Estamos hablando de personas que leen. ¿Qué sentido tiene que transcriba partes del texto si de todos modos van a leer la columna o la nota? Creo que es tonto.

-Piensa en los clientes..

-Debe ser eso. Son ministerios varios, una empresa minera, organismos municipales, distritales y hasta regionales. Hay empresas cosméticas y una trasnacional. Son gente de peso, ¿me entiendes? Eso dice mucho también del poder.

-¿Qué cosa?

Que estamos dominados por organizaciones que de la información solo buscan el interés, el dato frío. Ja, y de qué manera. Mínimo que dejen-hablo de la empresa- a resumir el texto de acuerdo a la capacidad del redactor que supongo que para algo está ahí. No que hagan esas boberías de transcribir solamente. Eso me parece nefasto. Mientras salía, admito que cabizbajo, pensaba que este tipo de trabajos debería estar dedicado a escolares o a la gente de la pre. Se supone que esas noticias provienen de gente capaz que redacta bien (he visto que en una nota corta utilizan una misma palabra tres veces y eso que no era un tecnicismo), entonces las personas de las que te hablo bien podrían tener un aprendizaje activo de las reglas de gramática. Sé que puede sonar tonto, pero es que no encuentro otra alternativa para justificar un  trabajo de tal nivel. Si quiera los que hacen resúmenes de programas en vivo o de radio la pasan mejor.

-Puede ser pero sobre lo otro. ¿No estarás siendo muy duro? Es más, y eso es normal, vamos: ¿no estarás picón?

Ja (ríe sarcástico) Nada que ver. Ya te quiero ver sentado ahí con todo un potencial increíble para querer enganchar al lector, inventar historias, si quiera adornarlas un poquito, haciendo el mecánico y primitivo trabajo de un “copy and paste” casi manual. No, así no es.

-¿Alguna otra que quieras decir?

Que los chicos no lean a Salcedo-Ramos ni a Gabo ni a Jon Lee Anderson ni a otros tantos si quieren ver sus bolsillos gordos. Estoy aprendiendo, a cocachos, que el periodismo es cosa seria. Pero ya depende de cada uno.

04-10-2013


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